Un grupo de investigadores estadounidenses crean una revolucionaria batería líquida cuyo funcionamiento imita a la sangre.

FUENTE:as.com/meristation

AUTOR:Rubén Martínez

Inspirados en el sistema circulatorio humano, un grupo de ingenieros ha desarrollado una batería líquida biomimética que transporta oxígeno como la sangre. Esta innovadora tecnología, que multiplica por seis la capacidad de almacenamiento de oxígeno en comparación con otros métodos tradicionales, podría transformar por completo la forma en que los robots se alimentan de energía y cómo se fabrican ciertos productos químicos de forma sostenible. Sus aplicaciones potenciales abren la puerta a múltiples avances científico-tecnológicos en un futuro.

Esta nueva batería líquida imita a la sangre humana y transporta seis veces más oxígeno

Un grupo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison han creado un nuevo tipo de batería líquida que se inspira en el sistema circulatorio del cuerpo humano. Este invento utiliza una emulsión de aceite de silicona y agua que permite inyectar oxígeno en su interior, replicando la función de la hemoglobina. Gracias a este enfoque biomimético, todo el volumen del líquido participa activamente en la reacción química, lo que incrementa notablemente la eficiencia energética frente a los sistemas electroquímicos convencionales. A diferencia de otras tecnologías, esta batería no depende de una pequeña interfaz para reaccionar con el oxígeno, sino que utiliza todo el volumen del fluido, lo que mejora su rendimiento y reduce problemas comunes como la sensibilidad a la humedad o a la temperatura.

Las implicaciones de este avance son prometedoras, especialmente en el ámbito de la robótica móvil. Equipar a los robots con un sistema energético más eficiente y ligero podría aumentar su autonomía y reducir su dependencia de fuentes de alimentación externa. Además, la versatilidad del sistema permitiría su integración en diseños más compactos y flexibles, como los de los robots blandos, que son aquellos fabricados con materiales dúctiles y deformables. Más allá de la robótica, esta batería también podría aplicarse a la fabricación de productos químicos, como la conversión de CO₂ en combustibles o materiales industriales, al reducir tanto el consumo energético como el espacio físico necesario para las reacciones.

A diferencia de las baterías tradicionales de ion-litio, que almacenan energía de forma sólida y dependen de ciclos de carga y descarga más rígidos, esta nueva tecnología líquida destaca en aplicaciones donde la gestión del oxígeno es crucial. Su capacidad para distribuir el gas de forma homogénea en todo el volumen del fluido —imitando la función de la sangre— permite reacciones más rápidas, estables y eficientes, lo que la hace especialmente adecuada para robots móviles, sistemas adaptativos o entornos donde la autonomía y la flexibilidad estructural son clave. Aunque no pretende reemplazar las baterías convencionales en todos los escenarios, ofrece una ventaja clara en casos de uso muy concretos donde las pilas de combustible, las baterías de aire-metal o los sistemas energéticos basados en gas-líquido presentan limitaciones por su sensibilidad ambiental o su escasa área de reacción.

El biomimetismo, o biomimética, ha inspirado numerosos desarrollos tecnológicos que imitan funciones del cuerpo humano para mejorar el rendimiento y la eficiencia. En la actualidad, ya existen todo tipo de órganos artificiales como corazones biomecánicos que reproducen el flujo rítmico del órgano natural, sensores que replican la sensibilidad de la piel humana e incluso brazos robóticos controlados por señales cerebrales, como si fueran una extensión directa del propio sistema nervioso. Este enfoque no solo permite superar las limitaciones de la ingeniería tradicional, sino que ofrece soluciones más adaptativas y orgánicas, acercando el diseño tecnológico al equilibrio funcional que ya existe en la naturaleza.

A medida que la ciencia avanza, el límite entre la biología y la tecnología se vuelve cada vez más difuso. Imitar los sistemas naturales presentes en muchos seres vivos, ya sean animales o el propio ser humano, no solo permite optimizar recursos y mejorar la eficiencia, sino que también abre nuevas puertas para resolver retos complejos de nuestra sociedad, como la crisis energética o la reducción de emisiones. Desde una mayor sostenibilidad energética hasta máquinas más inteligentes y adaptativas, estos avances apuntan a un futuro donde la tecnología no compite con la naturaleza, sino que aprende de ella para mejorar nuestra calidad de vida.

bateria liquida sangre humana oxigeno

Ampliar
Diagrama simplificado del funcionamiento de esta nueva batería líquida


Esta web usa cookies analíticas y publicitarias (propias y de terceros) para analizar el tráfico y personalizar el contenido y los anuncios que le mostremos de acuerdo con su navegación e intereses, buscando así mejorar su experiencia. Si presiona "Aceptar" o continúa navegando, acepta su utilización. Puede configurar o rechazar su uso presionando "Configuración". Más información en nuestra Política de Cookies.


ACEPTAR
Aviso de cookies

¡Comparte en tus redes!

¡Comparte esta noticia con tus amigos!