FUENTE: IGUANAROBOT
AUTORA: ROCÍO NAVARRO ROSS. Comunicaciones IGUANAROBOT
La pandemia ha acelerado la aplicación de nuevas tecnologías en la búsqueda de evitar el contacto entre personas. Hoy, se ven robots que cruzan ciudades para llevar pedidos, brazos robóticos para servir cervezas en restaurantes, médicos que aplican telemedicina a través de androides, y autómatas que realizan saneamiento de espacios comunes, sin siquiera sorprendernos.
El Cono Sur latinoamericano también se ha sumado a la generación y uso de estos avances tecnológicos a propósito de la pandemia. Son muchas las iniciativas que han surgido a nivel latinoamericano, en IguanaRobot te mostraremos tres muy interesantes.
Appelie Robotics
La compañía Argentina Appelie Robotics lanzó “PACH” un robot sanitizador de rayos Ultravioleta, que trabaja con lámparas germicidas del tipo UV-C, que en el contexto de la pandemia ha sido un gran aliado para poder mantener los lugares de trabajo en aptas condiciones.
La técnica de los rayos ultravioleta del tipo C se utiliza desde hace mucho tiempo: desinfectando aviones, oficinas, e incluso en la purificación de agua.
«Nos hemos esforzado por ofrecer un servicio de calidad, con contratos flexibles, instalaciones al nivel del mercado corporativo mundial y un sistema integral de sanitización que previene virus y bacterias, para la tranquilidad de nuestros clientes», señaló Lucas Jagodrik, Co fundador de Appelie Robotics en conversación con IguanaRobot.
El proyecto surge en colaboración con investigadores del Centro de Excelencia en Productos y Procesos de la Provincia de Córdoba (Ceprocor): “Hicimos un convenio, compartimos conocimientos. Nosotros éramos fuertes en el tema de la robotización y ellos eran fuertes en el tema de conocimiento de aplicación de esos métodos”, señalan.
El robot sanitizador ha tenido bastante éxito en Argentina, especialmente en la provincia de Córdoba, sin embargo han querido ir con calma, ya que al ser una de las pocas empresas locales dedicadas a esto, sienten una gran responsabilidad por lo que hacen.
Estudiantes Makers en Chile
Un grupo de estudiantes del Liceo Polivalente Abdón Cifuentes, ubicado en la comuna de Conchalí en Santiago de Chile, ha estado bastante ocupado durante el confinamiento. Ellos se han encargado de programar un robot, llamado “Eva”, con el objetivo de ayudar a los vecinos de la comuna en diferentes tareas. El profesor que está a cargo de esta iniciativa es Marcelo Pacheco, especialista en robótica educacional, con quien IguanaRobot conversó en profundidad sobre el tema.
El Liceo comenzó a instaurar la robótica el año 2007 como proyecto municipal. Desde pequeños los niños comienzan a ser educados en esta área y se les muestra un mundo lleno de nuevas tecnologías, pero ya rondando la edad de los 13-14 años es cuando comienzan a insertarse en una robótica mucho más compleja.
El androide llamado Eva lo adquirieron el año 2019, en virtud de actividades que habían realizado anteriormente, “Nosotros a comienzos del 2018 fuimos parte de la gira presidencial de la ex Presidenta Bachelet en Japón (…) donde hay una mirada tecnológica diferente a la que hacemos nosotros, allá es todo automático (…) Y claro, empezamos a mirar, y nos quedó esa idea pegada. Nos invitaron a postular a un proyecto: La Cumbre de Robótica de Asia, del 2018 también. Pero había que mandar un proyecto, nosotros nunca pensamos que nuestro proyecto podría llegar a buen puerto, tuvimos la suerte de poder trabajar con la Universidad de Chile, que el departamento electricidad nos abriera sus puertas y nos enseñara inteligencia artificial. Y a partir de ellos empezamos a desarrollar un proyecto, lo llevamos a Japón y clasificamos. Salimos sexto de los 24 equipos, así que nos fue súper bien”, explicó Pacheco.
De esta forma los jóvenes del taller de robótica logran tener su primer androide, el que lo han querido utilizar durante en esta pandemia para ayudar a la comunidad de Conchalí. Los jóvenes, junto a su profesor realizaron un estudio de quiénes estaban siendo los más afectados por el Covid 19, el resultado: los adultos mayores que se encontraban en las casas hogares, quienes para evitar riesgo de contagio no podían tener visitas de sus familiares. Es así como los alumnos del Liceo Abdon Cifuentes ponen en marcha sus habilidades y comienzan a programar para que Eva los acompañe en las fiestas patrias, que se celebran en Chile en el mes de Septiembre.
“Lo que hicimos fue prepararla para Fiestas Patrias. Sabíamos que para fiestas patrias no iba a ser como los años anteriores, así que hicimos que Eva bailara cueca con los abuelitos, y se logró, hubo efecto. Hubo un trabajo y tuvimos un buen resultado”, señaló Pacheco, quien lleva dedicándose al área de robótica educacional hace más de 10 años.
Posteriormente Eva fue programada para ayudar en las tareas de información en el Centro Comuninario de Salud Familiar (Cecosf) Haydeé Sepulveda de Conchalí. Este centro es asistido en gran parte por ciudadanos de origen haitiano, que hablan creole, por lo que la brecha de idioma antes era un problema. Con este androide se entrega la información de manera oral en español, y de manera escrita a través de la pantalla en creole.
“El personal que antes hacía esa función, puede estar haciendo otra dentro del Cecosf, que puede ser más útil que indicar lo que todos deberíamos saber hacer. Eva está cumpliendo esa función, tratando de enseñarle a la gente”, explicó Pacheco.
Los jóvenes le han sacado el máximo provecho al robot, en el pasado mes de diciembre utilizaron a Eva para el proceso de matrículas del Liceo, tenía la tarea de recibir a los apoderados del establecimiento y entregarles las indicaciones sanitarias, como el uso frecuente de alcohol gel, la mascarilla, y el respeto por el distanciamiento social.
“Hace poco leí un reportaje de Maza (José Maza, astrónomo chileno), indicaba que nuestro país está atrasado en 100 años en cuanto a ciencia y tecnología. Hoy tenemos que mirar eso, lo que es la tecnología robótica, está al uso del ser humano, al uso del cuidado. Ese elemento hay que colocarlo en primera fila hoy, hay que ocupar la herramienta. No es que la herramienta te vaya a reemplazar, en ni un minuto, a un asistente, a un paramédico, sino que lo único que hace es ayudar a las personas de una situación puntual”, finalizó Pacheco.
Hospital San Juan de Dios en Santiago de Chile
En plena pandemia de Covid-19, el encontrar soluciones para evitar al máximo el contacto entre personas se volvió esencial, especialmente en los establecimientos de salud debido a la gran exposición a un posible contagio que corren tanto sus trabajadores como usuarios. A finales de julio de 2020, el Hospital San Juan de Dios recibió una donación por parte de la Asociación de Diplomáticos de Carrera, esta fue el robot llamado Cruzr. El androide se desarrolló en China con la conocida empresa UBTECH, en Chile quienes están a cargo de su distribución es TecnoGroup.
IguanaRobot conversó con Fernando de la Cerda, gerente general de TecnoGroup, quien nos explicó: “Nosotros en el fondo customizamos la solución que requería el cliente, y coordinamos con la fábrica herramientas que tiene el robot para que tuviera una operación abocada a las necesidades que tiene el cliente”.
Respecto a las principales características de Cruzr, es que tiene incorporada una cámara termográfica con detección de temperatura, entre 15-20 personas de manera simultánea y detecta el uso de mascarilla. Asimismo el androide hace sanitizaciones, a través de los sensores que tiene hace un mapeo de la zona y automáticamente comienza con tu tarea. Además puede realizar videollamadas entre los pacientes y sus familiares. Respecto a la batería, dependerá del uso que tenga el robot, pero cuando esta se comienza a agotar automáticamente se va a su charger, el que está conectado a la corriente eléctrica.
El jefe de Unidad de Desarrollo del HSJD, Derek Carvajal, habló de cómo fue la implementación del androide: “El uso y el soporte es fácil, nos dieron bastante soporte los chicos de TecnoGroup en la capacitación que nos hicieron. Dentro de Cruzr vienen bastantes funcionalidades ya predeterminadas, entonces es cosa de darle la configuración que uno necesita y se pone a trabajar. De por sí, está adaptado a distintos tipos de usuarios que no saben programación y que necesitan usar algo básico de él, o como también buscar cosas más avanzadas de utilización. Entonces lo bueno es que abarca distintos niveles de conocimiento a nivel tecnológico”.
Cruzr ha sido utilizado en diferentes dependencias del hospital, su ubicación depende de los proyectos que se van presentando, explicó Carvajal. Actualmente está en el CDT, que corresponde al sector en donde se realiza el control de la temperatura.
“En otros proyectos lo hemos llevado a pediatría, en septiembre lo llevamos a varios pisos del hospital y ahí el robot estuvo bailando cueca. Se han realizado instancias de videollamadas también, entonces son muchas cosas que abarca y no queda fijo en un lugar”, señaló el jefe de Unidad de Desarrollo del HSJD.
El establecimiento hospitalario se encuentra muy satisfecho por los resultados de Cruzr, el que ha logrado por un lado evitar los contagios dentro del recinto, y por otro entretener tanto a usuarios como trabajadores. “Genera todo lo que es una buena gestión de bajar el atochamiento de las personas, que son puntos críticos en todos los lugares de los centros de salud, previniendo el contagio entre personas. Y también ayuda en la parte de la desinfección. Tiene bastantes funciones, que a cada persona se le va ocurriendo más todavía, es algo super variable, que podamos modificar de acuerdo a los requerimientos de los distintos usuarios que tenemos acá, como también los distintos departamentos que tenemos, entonces es importante a nivel de salud pública o privada”, finalizó Carvajal.
El HSJD también ha incorporado otro robot llamado Pudú, desarrollado por un equipo profesional de la U. de Chile, el Hospital Clínico y del mismo hospital el que se encarga de realizar videollamadas entre los pacientes y sus familiares.
