FUENTE: www.yotambien.mx
AUTOR: Carlos Tomasini
Ingenieros de la Universidad de California prueban un innovador prototipo de bajo costo para ayudar a niñas y niños con parálisis cerebral a controlar los movimientos de sus brazos.
La parálisis cerebral es la causa más común de discapacidad física grave en la infancia; sin embargo, los robots que tradicionalmente se han diseñado para ayudar a los pacientes son rígidos y difíciles de transportar, por lo que ingenieros de la Universidad de California, Riverside, desarrollan un proyecto que podrá cambiarles la vida.
Se trata de “ropa robótica” de bajo costo para ofrecer asistencia diaria a largo plazo y que las niñas y niños que la usen puedan mejorar su calidad de vida.
Estas prendas contendrán regiones selladas y herméticas que pueden inflarse, haciéndolas temporalmente rígidas y proporcionando la fuerza para el movimiento.
“Supongamos que quieres flexionar el codo para hacer una flexión de bíceps. Podemos inyectar aire en bolsas especialmente diseñadas incrustadas en la tela que impulsarían el brazo hacia adelante”, ejemplificó Realmuto.
Este proyecto no se centrará solamente en la construcción del robot, sino también en el desarrollo de inteligencia artificial que le enseñe a la máquina a predecir los movimientos que la o el usuario desea ejecutar.
“Uno de los desafíos críticos en la prestación de asistencia de movimiento es interpretar la intención de una persona. Queremos un ‘controlador voluntario’, para que el robot se comporte en términos de lo que el humano quiere hacer”, aseguró.
Los investigadores están usando sensores en las mangas para detectar pequeños voltajes generados por los músculos cuando se contraen y para recabar datos de voltaje en un algoritmo que será entrenado para extraer de ellos la intención del usuario.
El uso de textiles ampliamente disponibles, en lugar de materiales rígidos tradicionales, mantendrá bajo el costo de las mangas, además de que buscan minimizar el uso de dispositivos electrónicos sofisticados, lo que también ayudará a reducir los costos generales para los pacientes.
Este proyecto se lleva a cabo en asociación con el Children’s Hospital of Orange County, donde los pacientes de una clínica pediátrica de trastornos del movimiento ayudarán a probar y refinar los prototipos.
Los científicos consideran que este trabajo mejora la independencia no solo de los pacientes pediátricos, sino también de comunidades enteras.
Aunque este proyecto se centra en niños con discapacidades relacionadas con el movimiento, los investigadores esperan que la tecnología pueda usarse eventualmente para otras aplicaciones y poblaciones, incluidos pacientes geriátricos y otros adultos con problemas de movimiento.