FUENTE: IguanaRobot

AUTOR: Sebastián Pérez, periodista de IguanaRobot

Como medio especializado en robótica, en IguanaRobot estamos siempre en búsqueda de especialistas en el área que estén dispuestos a compartir sus visiones y recomendaciones basadas en la experiencia, y que puedan ser un factor de apoyo a la toma de decisiones a empresas y profesionales.

Tal es el caso de  Emilio Angles, ingeniero en tecnologías y hoy, evangelista de fabricación digital en Kellog Company. Con sus programas de coaching, este español con más de 30 años de experiencia, lidera el cambio en esta importante empresa multinacional, junto con apoyar a otras organizaciones en su viaje a través de la transformación digital. A continuación un fragmento de la conversación que amablemente nos compartió:

-Con más de 30 años de experiencia en el ámbito de la tecnología, Emilio, ¿cómo descubriste tu pasión por ella, y qué te mantiene motivado a seguir impulsando la innovación tecnológica?

Muy buena pregunta. De muy jovencito ya me interesaba todo lo que tenía que ver con la tecnología y esto me animó a estudiar informática, pero la verdad es que mi primera experiencia laboral como informático, no fue de lo más motivadora. En esa época entré a trabajar en una compañía del sector de la distribución de productos de gran consumo y me dedicaba a operar sistemas mainframe de IBM. Seguro que muchos lectores, si son informáticos con una cierta experiencia acumulada, recordarán los IBM AS/400 los cuales ocupaban casi media habitación de un centro de procesamiento de datos (CPD). Mi trabajo consistía en lanzar procesos e imprimir listados, un trabajo, la verdad, no muy apasionante. Esto me llevó a plantearme a cambiar radicalmente de profesión y decidí empezar en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) a estudiar Psicología.

Después de mi paso por esta compañía, entré a trabajar en el departamento de informática de un ayuntamiento de una población costera cerca de mi ciudad y allí me encontré con un ambiente laboral totalmente diferente donde empecé a participar en proyectos de programación de soluciones informáticas para la administración pública. Fue aquí, en este departamento y gracias al que en ese momento fue mi jefe y mentor, donde se volvió a despertar mi pasión por la tecnología y la transformación digital.

-Según tu experiencia como coach, asesor y evangelizador tecnológico, ¿cuáles son los principales motivos por los cuales las empresas se plantean digitalizar y/o robotizar sus procesos?

Sin lugar a dudas, y mucho más desde la pandemia mundial que hemos sufrido y que aún estamos sufriendo, las empresas se han dado cuenta que la transformación digital de las mismas ya no es una necesidad, sino una obligación. Oponerse a la transformación digital no es una opción ya que los demandantes de estos cambios, bien la industria, I+D o negocio, necesitan de las tecnologías para dar respuesta a este nuevo paradigma donde el cliente está en el centro del negocio. Ahora con un teléfono móvil pueden acceder a comprar todo tipo de productos e incluso personalizarlos, para ello necesitamos en nuestras fábricas procesos más ágiles y flexibles. Esto lo estamos haciendo mediante  la automatización y la robotización de toda la cadena de suministro.  Lo que permite generar innovación, reducir el tiempo al mercado, incrementar la seguridad y la calidad de nuestros productos y sobre todo, reducir los costes productivos.

-Según tu opinión, ¿qué condiciones deben darse en una organización previo a dar el gran salto a la digitalización en sus procesos productivos?

Para mi, una cultura de mejora continua en la empresa es clave para introducir la transformación digital y las tecnologías habilitadoras de la Industria 4.0. Yo trabajo en el sector de los productos de gran consumo y concretamente en la industria de alimentación y bebidas. Sector que ya hace algunos años dejó de ser líder en los lineales de los supermercados, debido a la aparición de las marcas blancas. Esto hizo que la compañía se replanteara la estrategia de negocio y uno de los primeros pasos fue introducir la cultura Lean Manufacturing.

En definitiva, la mejora continua en las fábricas sirve para generar un cambio cultural mediante la capacitación y el aumento de las competencias de nuestros empleados. Sin personas capacitadas, introducir las tecnologías tiene poco sentido provocando que el proyecto tecnológico este condenado al fracaso.

Según tu experiencia en Kellog Company, ¿en cuánto tiempo se pueden observar los beneficios de una implementación de tecnologías 4.0? Y, ¿qué factores afectan regularmente ese lapso de tiempo y/ o el retorno de la inversión?

Los beneficios se empiezan a apreciar cuando se produce cambio cultural a medida que van aumentando las capacidades de los empleados a través de diferentes programas formativos, workshops y sesiones informativas. Actualmente la mayoría de nuestros operadores, sobre todo en el área de empaquetado, disponen de equipos informáticos, tablets y headsets que los convierten en trabajadores digitales. El acceso a los datos en tiempo real les permite controlar la información que se genera en su línea de producción para poder tomar decisiones por ellos mismos, sin tener que recurrir al escalado a sus superiores. Esto último es para mí el verdadero retorno de la inversión, ya que nos ha permitido empoderar a nuestros trabajadores y dotarlos de poder de decisión en tiempo real, lo que reduce sustancialmente el tiempo para la resolución de problemas en las líneas productivas con el consecuente aumento de la productividad.

-A lo largo de tu carrera has tenido que trabajar con distintos proveedores de tecnología ¿Cómo se debe elegir a un proveedor tecnológico para digitalizar o robotizar una compañía?

La transformación digital al trabajar en una gran corporación va de la mano de la de nuestros proveedores y clientes. Nos vemos forzados a cambiar o intentar innovar dentro de nuestros procesos productivos para poder dar un buen servicio. El IoT, por ejemplo, está cada vez más relacionado con los smarthome devices. Hay cifras en Estados Unidos o en Reino Unido que indican que el mercado de dispositivos del hogar inteligentes crecerá del 23% a casi el 50% a finales de 2022. Eso hace que nuestros clientes vayan a tener frigoríficos conectados que les digan cuándo y qué productos comprar para tener dietas sanas y equilibradas. Este tipo de aproximaciones tecnológicas las debemos tener en cuenta, porque nos hará cambiar la forma en que trabajamos y producimos.

En mi opinión los proveedores tecnológicos juegan un papel fundamental en el camino hacia la transformación digital de las empresas. Lo que tengo claro es que los datos son el nuevo oro de las compañías, junto a un buen despliegue de dispositivos IoT, acompañado de un marco sólido de ciberseguridad, a los que podemos acceder mucho mejor con las infraestructuras actuales y de forma mucho más económica que antes. Una vez disponemos de los datos de fábrica, y el 5G será una gran palanca para ello, podremos crear los gemelos digitales de nuestras máquinas y evitar problemas antes de que se produzcan, prevenir tiempos de inactividad, desarrollar nuevas oportunidades de negocio, planificar el futuro mediante simulaciones o personalizar la producción para reducir el time to market. Estas tecnologías nos permitirán mejorar la flexibilidad e incrementar la productividad,  así lo hemos visto con el Covid. Yo creo en un mix de ‘on premise’ y nube pública, porque una fábrica tiene que seguir funcionando y si lo basas todo en los datos y en la disponibilidad en tiempo real, tu infraestructura tecnológica no puede fallar y para esto, dotarse de un buen conjunto de proveedores tecnológicos que nos ayuden a manejar esta complejidad es clave para el éxito de tu proyecto de digitalización.

-¿En qué áreas o procesos la implementación de robótica (digital o física) puede ser más beneficiosa para la empresa que la implementa?, sobre todo pensando en empresas que inician su tecnologización.

Sin ninguna duda la robotización es fundamental para el aumento de la competitividad de las empresas. Esto posibilita transferir a la ejecución del robot tareas mecánicas y repetitivas de bajo valor agregado, logrando incremento en niveles de efectividad, mitigando riesgos de error y, finalmente, posibilitando la jerarquización laboral de las personas orientándolas a actividades de mayor valor en términos de análisis y de toma de decisiones.

Otro punto importante que destacar es que la aplicación de las soluciones robóticas para eliminar tareas repetitivas en el sector industrial, también se traduce en una mejora de la seguridad laboral de los trabajadores y esto te lo agradecen. Solo tenemos que ponernos en el lugar de un operario de producción que, cada día con turnos de 8 o 10 horas, tiene que alimentar manualmente cajas en una máquina. Seguro que a lo largo de los años este operario sufre una serie de lesiones, dolores de espalda, en definitiva, enfermedades profesionales que pueden ser evitadas mediante la introducción de los robots.

-Dentro de los programas de coaching has trabajado con cargos responsables de la gestión del cambio cultural, ¿cómo se prepara a los colaboradores de las empresas para un gran cambio tecnológico?

Para preparar a nuestros colaboradores para la transformación digital y las tecnologías habilitadoras de la Industria 4.0, para mi es fundamental disponer de un buen programa de comunicación tanto interna como externa. Sobre todo para contrarrestar la resistencia al cambio que los humanos llevamos incorporada de serie. Este programa de comunicación idealmente debe estar respaldado por la alta dirección de las compañías. Relacionado con este cambio cultural, en mi opinión la próxima transformación tendrá que ver con la mejora de las competencias que hacen únicos a los humanos: la empatía, el pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación y la colaboración. El desarrollo tecnológico ha provocado que las habilidades blandas sean cada vez más importantes ya que los robots, la inteligencia artificial y la tecnología se encargará del resto.

-¿Cómo crees que la robótica puede ayudar a impulsar la producción industrial?

Si tenemos en cuenta que los tres países con mayor número de robots,Corea del Sur, Japón y Alemania, por número de trabajadores son los que menor tasa de desempleo tienen. La automatización genera eficiencia, la eficiencia genera productividad y la productividad genera empleo. No tener una estrategia en ese sentido es lo que genera paro. De ahí la importancia de tener una hoja de ruta en la robotización,física y de software, para que la transición no sea traumática.

La industria se ha demostrado que es clave, sobre todo después la experiencia que acabamos de vivir con el Covid, para poder suministrar productos de proximidad sin necesidad de depender del exterior.

En Kellogg’s cuando comenzó el confinamiento, en abril del 2020, teníamos los almacenes prácticamente llenos de producto y en menos de un mes nos los vaciaron. Éramos una compañía esencial. Se acercaba Semana Santa y habíamos planificado el paro anual por mantenimiento, pero negociamos hasta el último momento con ventas si lo hacíamos o no. Al final, de nueve turnos paramos seis. Los fabricantes de productos de gran consumo, sobre todo de alimentación y bebidas, nos hemos visto afectados por la crisis y eso ha hecho que nos lo hayamos replanteado todo. Nosotros estamos apostando por la innovación como punta de lanza para intentar ser más competitivos. Aunque también hay que decir que a nuestro ritmo, porque el tipo de márgenes operativos con el que trabajamos no es el mismo que el de la automoción, las farmacéuticas o las energéticas. Aun así, creo que hemos reaccionado rápido. Estamos trabajando en un proyecto llamado Smart Factory desde hace cuatro años y el roadmap, que era a cinco años, lo hemos ampliado para otros cinco, es decir, hasta 2025. En este roadmap la automatización y la robotización de nuestras plantas industriales será imprescindible para poder seguir compitiendo en este mercado cada vez más cambiante y volátil.

-Solamente un 11% de las organizaciones a nivel latinoamericano considera tener un alto nivel de formación en el uso eficiente de las tecnologías 4.0. Bajo este antecedente, y considerando tu experiencia en países desarrollados, ¿cómo evalúas este indicador?Y, ¿qué recomendaciones les daría a las empresas para avanzar en la ruta de la digitalización?

Sin lugar a dudas este 11% es un índice que nos permite mucho margen de mejora. Con nuestras plantas de producción hace ya algunos años emprendimos el camino hacia la mejora continua a través de la metodología Lean Manufacturing, la cual lleva de forma implícita la capacitación y adaptación de los empleados, no solamente a los nuevos procesos operativos, sino también a las nuevas tecnologías que estamos introduciendo.

Mi experiencia me indica que, en general, si el empleado ve que la tecnología le ayuda a hacer más fácil su trabajo, independientemente de la generación a la que pertenezca, se adapta sin problemas.

En mi opinión, la mejor manera de llevar a cabo este proceso de adaptación es mediante programas de información y formación continuada de nuestros empleados, tanto desde los departamentos de recursos humanos como desde los departamentos tecnológicos responsables de la implementación de estas nuevas tecnologías. Por lo tanto, mi recomendación a las empresas que aún no hayan empezado a formar a sus trabajadores en tecnologías habilitadoras 4.0, es que lo hagan sin ningún tipo de miedo . Según mi experiencia estos programas formativos van a ser ampliamente aceptados por los trabajadores y los beneficios para la empresa a medio y largo plazo van a ser muy grandes.

-Desde su perspectiva y conocimiento de las políticas de fomento del desarrollo tecnológico, ¿crees que las empresas privadas requieren de un soporte o guía estatal para avanzar en su modernización?

El apoyo por parte de las instituciones públicas, tanto a nivel económico, como a través de campañas de promoción o mediante proyectos de I+D público-privados, es fundamental para el impulso de la transformación digital y tecnológica de las empresas. En España tenemos ejemplos de esta colaboración muy remarcables como son AINIA en Valencia, EURECAT y Leitat en Cataluña o Tecnalia en el País Vasco. Estos son algunos de los centros tecnológicos más destacados, diseñados para la colaboración entre universidades, empresa privada y empresa pública, para el fomento de la investigación tecnológica aplicada en las industrias, la cual nos está dando muy buenos resultados.

También, me gustaría destacar que el gobierno de España dispone desde hace algunos años un programa bien definido de Industria 4.0, el cual espera contar con parte de los fondos Next Generation que se van a liberar por parte de la Unión Europea, con el objetivo de impulsar hacia la transformación digital y la sostenibilidad tanto de nuestras industrias como del planeta.


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