La empresa Big Deeper presentó a Amancio y sus cuadrúpedos inteligentes para tareas de alta complejidad en yacimientos de Oil & Gas.
FUENTE:mejorenergia.com.ar
En un contexto donde la automatización se convierte en aliada clave de la seguridad industrial, Big Deeper, empresa argentina con más de 20 años de experiencia en seguridad electrónica, redobla su apuesta tecnológica con soluciones robóticas para el sector energético.
Bajo el liderazgo de Franco Davicino, Product Manager de robótica, la empresa presentó en AOG 2025 a sus nuevos protagonistas: Amancio, un robot humanoide de segunda generación, y los cuadrúpedos GO2 y B2, desarrollados para operar en entornos extremos como plantas industriales, yacimientos y gasoductos.
Amancio, de 1.30 metros de altura y 40 kilos de peso, es un robot humanoide programable que permite ser adaptado a múltiples tareas industriales. Su diseño modular, basado en código abierto, lo convierte en una plataforma flexible para aplicaciones en campo.
Entre sus principales funciones se destacan las tareas de inspección, manipulación de equipos eléctricos, trabajos en altura y operación en zonas con presencia de gases. Gracias a su sistema de teleoperación, puede ser controlado a distancia mediante gafas de realidad virtual y guantes hápticos, permitiendo que un operador simule sus movimientos con precisión desde un entorno seguro.
Equipado con cámara de profundidad, radar y sensores táctiles (en versiones avanzadas), Amancio puede captar el entorno con alto grado de detalle y transmitir esa información en tiempo real.
“Esto nos permite no solo reemplazar la presencia humana en zonas de riesgo, sino también comenzar a construir las bases para la automatización progresiva de esas tareas”, afirma Davicino.
Junto a Amancio, los cuadrúpedos robóticos GO2 y B2 amplían el rango de aplicaciones. El GO2, más ágil y liviano, es ideal para tareas de patrullaje e inspección en espacios reducidos.
El B2, más robusto, puede cargar hasta 70 kilos de equipamiento, ideal para sensores, cámaras térmicas o instrumentos de medición ambiental. Ambos pueden recorrer zonas complejas como pasarelas, escaleras metálicas o terrenos irregulares, registrando video, datos técnicos y alertas de funcionamiento en tiempo real.
Aunque los robots son producidos en China, el desarrollo de software, integración de sistemas y adaptaciones se realiza completamente en Argentina, con un fuerte enfoque en el desarrollo de talento local.
“Queremos formar programadores y operadores de robots industriales en nuestro país. Esta tecnología no es ciencia ficción, es una herramienta concreta que ya está en uso”, subraya Davicino. Big Deeper ya trabaja con empresas del sector como Transportadora de Gas del Norte (TGN), y está en conversaciones con operadoras para aplicar estas tecnologías en operaciones críticas.
El alto costo inicial, entre 80.000 y 100.000 dólares, dependiendo del modelo y la configuración, representa una barrera, pero la empresa argumenta que los beneficios superan ampliamente la inversión: mayor seguridad, reducción de tiempos de operación, disponibilidad de datos para análisis predictivo y menor exposición del personal a condiciones de riesgo.
Además de la industria Oil & Gas, estos robots tienen aplicación potencial en sectores como la logística, seguridad privada, defensa civil, minería y hasta en proyectos educativos y científicos. “Esto es solo el comienzo. La demanda está creciendo y América Latina tiene mucho por desarrollar en este campo”, asegura Davicino.