La industria manufacturera está transitando por una senda de transformación, en cuyo centro se encuentra la robótica y, junto con ella, la convergencia de la ingeniería mecánica, la electrónica, el software y la IA.
FUENTE:infoplc.net
AUTOR: infoPLC ++
El GRID de Robótica Industrial 2025 de infoPLC aglutina los últimos avances en robótica Industrial, de la mano de las compañías más punteras del panorama de la automatización. Contando con del patrocinio de KUKA, y la presencia de marcas destacadas como Bosch-Rexroth, B&R y Seas Robotics, este compendio de robótica industrial de 2025 ofrece una extensa diversidad de tecnologías que impulsan el avance de las industrias de todos los sectores, dotando al mercado de elementos robotizados que son cada vez más accesibles a las pymes manufactureras.
Los robots ya no se limitan a tareas repetitivas y peligrosas, algunos de los cuales han de permanecer cerrados en jaulas de seguridad para no poner en peligro la vida de los operarios que trabajan junto a él; ahora son más inteligentes, más flexibles y cada vez más colaborativos. La entrada de robots en las cadenas productivas no solo está transformando las plantas de fabricación, sino que repercute en la economía de los países, en la redefinición de los puestos de trabajo y en los procesos de fabricación de los productos.
La robótica en la cadena productiva
Gracias a los avances en las tecnologías informáticas y de sensores, la última década del siglo XX dio lugar a máquinas más precisas y adaptables. La robótica comenzó a extenderse más allá de las plantas de grandes compañías -las primeras industrias que comenzaron a utilizarlos- como la automotriz, la electrónica y la industria farmacéutica.
Sin embargo, los cambios más significativos en robótica industrial han tenido lugar en los últimos 10 años con la llegada de la robótica inteligente, a través de máquinas capaces de aprender, adaptarse y trabajar junto a los humanos. Desde simples brazos mecánicos hasta cobots inteligentes, la evolución ha sido rápida y transformadora.
El auge de los robots colaborativos
Puede que uno de los desarrollos más revolucionarios en la robótica moderna sea la aparición de los robots colaborativos, o «cobots». A diferencia de los robots industriales tradicionales, que operan en áreas cercadas, los cobots están diseñados para trabajar junto a los humanos en espacios compartidos.
Los cobots están equipados con sensores, sistemas de visión y mecanismos de seguridad que les permiten detectar la presencia humana y evitar colisiones. Aprenden a realizar nuevas tareas mediante demostraciones, lo que reduce la necesidad de una programación compleja, y su flexibilidad los hace ideales para pequeñas y medianas empresas que requieren soluciones de automatización adaptables.
En el ensamblaje electrónico, los cobots se emplean para colocar componentes delicados en placas de circuitos. En el embalaje y la logística, ayudan con la clasificación y la paletización. En la fabricación de dispositivos médicos, se encargan de tareas complejas que requieren precisión y sensibilidad.
Lo que hace que los cobots sean revolucionarios es su accesibilidad: suelen ser más pequeños, económicos y fáciles de implementar que los robots tradicionales, lo que posibilita la automatización incluso en operaciones más pequeñas.
Robots móviles autónomos: la logística reinventada
En los almacenes, los AMR transportan materias primas, componentes y productos terminados entre estaciones, lo que reduce la necesidad de montacargas y mano de obra. Pueden adaptarse a cambios de distribución, sortear obstáculos e incluso coordinarse entre sí en tiempo real. Por ejemplo, en una fábrica de electrónica de consumo, los AMR pueden recuperar componentes del inventario, entregarlos a las estaciones de ensamblaje y luego transportar los productos terminados a las áreas de envío. Esta optimización reduce el tiempo de inactividad, aumenta la productividad y mejora la eficiencia general.
Robots y precisión: el auge de la calidad y la consistencia
Una de las características que definen a los robots es su constancia. A diferencia de los humanos, los robots no se cansan, no pierden la concentración ni cometen errores por fatiga. Esto los hace invaluables en tareas que requieren alta precisión. En sectores como la fabricación aeroespacial y médica, donde las tolerancias suelen medirse en micras, los robots garantizan la calidad mediante una ejecución meticulosa. Brazos robóticos equipados con sensores de fuerza pueden realizar microensamblajes de piezas delicadas, mientras que robots guiados por visión pueden inspeccionar productos en busca de defectos invisibles para el ojo humano.
Humanoides: colaboración real entre humanos y robots
Un temor común en torno a la robótica es que desplace a los humanos. Si bien es cierto que los robots han reemplazado algunos trabajos repetitivos o peligrosos, la realidad general presenta más matices. En muchos entornos de fabricación, los robots no reemplazan a los trabajadores, sino que los mejoran.
Al encargarse de tareas tediosas, sucias y peligrosas, los robots liberan a los humanos para que se concentren en funciones más complejas, creativas o de supervisión. De hecho, algunas funciones solo son posibles gracias a los robots. Por ejemplo, en entornos de fabricación a medida, un humano podría programar o guiar a un cobot para que realice una tarea específica, combinando la intuición humana con la precisión robótica.