FUENTE: mundodeportivo
AUTOR: Roberto Cantero
El escenario es de sobra conocido en la ficción. En el futuro, las máquinas podrían tener forma humana, porque nos sentimos mejor si existe una figura similar a nosotros y terminar siendo parte de la sociedad. Sin embargo, éstas podrían comenzar a tener su propio raciocinio y tomar decisiones que vayan en contra del ser humano, incluso llegando a matar si es necesario. Ya te hemos mostrado los 35 robots más alucinantes y extraordinarios del cine, también inventores locos que viven en YouTube, y ahora te explicaremos qué sucedería si éstos se rebelasen.
El futuro de la humanidad deberá contar con las máquinas para nuevas legislaciones
Es evidente que estamos lejísimos de que la tecnología sea capaz de replicar androides, pero es mejor adelantarse a los acontecimientos. La página web The Hustle nos propone acercarnos a una hipótesis donde las máquinas son capaces de matar y esto nos lleva a plantearnos las opciones en este escenario. De hecho, este medio utiliza la información de un libro que trata expresamente este asunto: ‘Cuando los robots matan, la Inteligencia Artificial bajo el Derecho Penal’.
Quizás habría que plantearse no sólo qué sucede, sino quién es responsable. Intentaremos explicarlo en tres situaciones. La primera de ellas nos lleva a un escenario donde el robot es utilizado por alguien para asesinar. Sencillo. El robot es una simple arma, por lo tanto no es responsable. En segundo lugar, el robot presenta un comportamiento anómalo. La persona que lo ha programado será el responsable del crimen, mientras que el robot continúa siendo inocente. Por último, ¿qué sucedería si un robot consciente mata a alguien? Éste sería culpable, aunque habría que plantearse si lo es por su propia naturaleza o por la acción de quien lo creó.
Como ves, en el futuro, la robótica tendrá que dar un paso adelante con sistemas de seguridad que sean capaces de evitar que robots con inteligencias similares a la nuestra no puedan tomar decisiones que perjudiquen a sus creadores o sus semejantes. Y es que esto ya había sido vaticinado por uno de los genios de la literatura fantástica, Isaac Asimov, en su cuento Runaround, donde explicaba las tres leyes de la robótica:
- Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
