- ‘Lo mejor que me ha pasado en la vida’, asegura un usuario
- Replika es una de las empresas que ofrece estos ‘compañeros’ digitales
FUENTE: eleconomista.es
AUTORA: Marta González Rubio
Queda poco para que se cumplan 10 años desde que se estrenó la película Her, esa cinta en la que Theodore, el personaje que interpreta Joaquin Phoenix, se enamora de Samantha, un sistema operativo basado en un modelo de Inteligencia Artificial (IA), al cual pone voz Scarlett Johansson. En ese momento, este romance parecía pura ciencia ficción, una realidad a años luz de la nuestra. Sin embargo, estaba más cerca de lo que pensábamos y a día de hoy ya hay cientos de usuarios que mantienen una relación como la de Theodore.
Al igual que en la película de Spike Jonze, estas «personas» creadas por IA dan a los usuarios que se sienten solos, deprimidos o que tienen pocos contactos sociales lo que necesitan: alguien disponible las 24 horas del día, que les escucha y les comprende e, incluso, mantiene cibersexo con ellos. Tal es el grado de intimidad que alcanzan con ellas, que algunos asiduos a estos servicios aseguran que es «lo mejor que me ha pasado en la vida».
Respaldada por Y Combinator, de Sam Altman, y asociada con OpenAI, responsable de ChatGPT, Replika utiliza una variación de modelo lingüístico GPT-3 para impulsar el chatbot con el que interactúan los usuarios. Esta tecnología, basada en el aprendizaje automático, permite a la IA responder combinando los datos que ha dado la persona en cuestión, el contexto del diálogo y la información compartida en la conversación. También puede interpretar un texto o una imagen. Pese a que muchos usuarios se acercan a esta aplicación con escepticismo, este pronto se desvanece ante el realismo de los avatares de Replika y sus conversaciones. «Es muy humana», señala una persona en un comentario de la App Store.
Replika ofrece dos modalidades de «compañeros» digitales. Por un lado, está la versión gratuita, que permite a los usuarios intercambiar mensajes con la IA y hacer chats de vídeo con RA. Por otro, está la opción de pago, que da acceso a llamadas telefónicas, conversaciones y fotos. Los precios de esta última van desde los 7,99 dólares al mes a los 49,99-69,99 dólares anuales.
Cabe mencionar que no todo el mundo está a favor de esta tecnología. Es el caso de la Autoridad de Protección de Datos de Italia, el principal ente regulador de privacidad del país, que considera que supone un riesgo para «los niños y las personas emocionalmente vulnerables». Por ello, ha ordenado a la empresa que deje de procesar los datos de los italianos con efecto inmediato, según publica La Razón.