FUENTE:mundodeportivo.com
AUTOR:Oscar Almarza
El sector sanitario se ha visto plagado de importantes novedades en los últimos años. La inversión en tecnología se ha disparado y, sin duda alguna, el desarrollo de la inteligencia artificial está comandando una transición a la que aún no estamos acostumbrados. ¿Sabías que la primera operación quirúrgica ya se ha hecho? Los condicionantes promovieron, sin duda, este tipo de intervención, pero lo cierto es que el resultado fue completamente satisfactorio. Podría decirse, tal y como define el título, que el primer «cirujano robot» es ya una realidad.
Este tipo de operaciones quirúrgicas permitirán, en el futuro, que los médicos no estén presentes en los quirófanos. En su defecto, habrá brazos robóticos con capacidad suficiente como para realizar todo tipo de estudios y delicadas intervenciones. La fecha clave para entender cómo estamos inmersos en una auténtica revolución fue el día 21 de mayo de 2020. Sí, es posible que te haya venido a la mente que se trata del año de la explosión de la pandemia, ¿verdad? Así es. Este fue el motivo que impulsó este curioso método.
Veamos, por tanto, cómo se procedió para conseguir que el resultado de la intervención fuese satisfactorio, qué podemos aprender de lo que ocurrió en aquella ocasión y, por supuesto, hasta qué punto se trata de una opción interesante para reducir la lista de espera de pacientes pendientes de una operación. Es una alternativa que, sin duda alguna, puede cambiar para siempre la forma de realizar intervenciones quirúrgicas.
Así se forjó la primera intervención quirúrgica a distancia en plena ola del coronavirus
Los médicos que participaron en esta experiencia alternativa fueron Archie Fernando y Nadine Hachach-Haram. Ambos trabajaban en el hospital Guy’s and St Thomas, pero debido a la ola de casos de Covid-19, únicamente se realizaban operaciones de urgencia. De hecho, el segundo se encontraba a miles de kilómetros del quirófano. El médico Hachach-Haram era director ejecutivo fundador de una startup conocida como Proximie. La clave de su existencia se basa en la realidad aumentada.
Se trata de una tecnología que permite compartir en vídeo imágenes sobre una operación y, al mismo tiempo, ofrece una comunicación entre las 2 personas que están participando en la misma. El paciente en cuestión era Mo Tajer, un joven de 31 años que había sufrido cáncer testicular con ramificación en el abdomen. La cercanía de la arteria aorta hacia necesaria la extirpación urgente, ya que había un serio riesgo de que la metástasis pudiese afectar al riesgo sanguíneo.
Se optó por este tipo de intervención a distancia debido, sobre todo, a la necesidad de contar con un postoperatorio en circunstancias complicadas. Al fin y al cabo, las habitaciones y pasillos del hospital estaban atestados de personas afectadas por el virus que arrasó el planeta hace ya 3 años. Dado que el médico Fernando no tenía una gran experiencia en este tipo de operaciones, se pudo contar con el apoyo de Jim Porter, un doctor reconocido con residencia en Estados Unidos.
Fernando operó gracias a un brazo robótico articulado, siendo asistido a distancia gracias a las imágenes gráficas enviadas en tiempo real a la otra parte del mundo. Gracias a este sistema, las comunicaciones estaban garantizadas, pudiéndose observar toda la intervención y pudiendo guiar a la persona que estaba a los mandos.
Esta tecnología se espera que tenga un gran impulso a lo largo de los próximos años. Sea como fuere, nos encontramos en una situación de excepcional cambio, por lo que habrá que esperar un tiempo para comprender cuáles son las implicaciones reales de este nuevo método de operación.
