Existe una forma común de categorizar estos trabajos por su denominación anglosajona: (Dull) aburridas, (Durty) sucias, (Dangerous) peligrosas y (Dear) caras.
FUENTE:infoplc.net
Desde que la robótica móvil autónoma forma parte del escenario industrial, la forma en la que se lleva a cabo tanto la producción como la gestión de los procesos de fabricación ha experimentado profundas transformaciones. Básicamente, el uso de robots en la industria tiene una ventaja principal: mejora el bienestar humano.
Expertos del sector de la robótica como Robotnik coinciden en afirmar que los robots y manipuladores móviles autónomos están destinados a asumir tareas peligrosas, repetitivas o tediosas para las personas. Existe una forma común de categorizar estos trabajos por su denominación anglosajona: (Dull) aburridas, (Durty) sucias, (Dangerous) peligrosas y (Dear) caras. De manera que se vienen a denominar tareas 4D.
Estas tareas representan un desafío para los trabajadores porque implican monotonía, riesgos para la salud y costos significativos. Sin embargo, la automatización mediante robótica móvil autónoma resuelve eficazmente el problema. En este sentido, Robotnik aborda los beneficios de los robots industriales y cómo mejoran las famosas 4D.
Robots que se emplean en tareas aburridas para trabajos repetitivos
Las tareas tediosas y rutinarias han sido una fuente constante de preocupación para los empleados ya que pueden provocar aburrimiento, fatiga y una disminución de la eficiencia en el trabajo.
Un claro ejemplo es el uso de robots autónomos en logística y transporte interno en almacenes. Anteriormente, los trabajadores tenían que realizar tareas monótonas cada día durante horas como mover palés de un lugar a otro, escanear códigos de barras y clasificar productos. Ahora, sin embargo, los robots móviles autónomos pueden hacer todo esto de manera eficiente, lo cual libera a los trabajadores humanos de tareas aburridas y les permite centrarse en actividades más creativas y estratégicas que les aporten mayor valor.
Otro ejemplo de realización de tareas repetitivas ocurre en el sector agrícola, donde los robots móviles autónomos también están revolucionando la forma en la que se manejan tareas repetitivas (cosecha o procesos fitosanitarios, por ejemplo). Los robots agrícolas pueden plantar, cosechar y cuidar cultivos de manera precisa y consistente, eliminando la necesidad de que los agricultores pasen horas realizando estas tareas rutinarias. Esto no sólo reduce el tedio, sino que también aumenta la eficiencia y la productividad en la agricultura.
La automatización en entornos sucios
Se pueden considerar ambientes sucios aquellos espacios productivos que manejan sustancias tóxicas, minas, zonas de desastre o de cualquier espacio que, por la naturaleza de su actividad, pueda resultar nocivo para la salud de los trabajadores. Las tareas que implican la manipulación de sustancias peligrosas o la exposición a condiciones insalubres suponen un riesgo real para el trabajo humano, y es aquí donde entra en juego la robótica móvil autónoma.
En las fábricas, por ejemplo, los robots móviles autónomos pueden hacerse cargo de tareas que implican el manejo de materiales tóxicos o peligrosos como pinturas y productos químicos. De manera que el uso de los AMR no sólo protege la salud de los trabajadores, sino que también reduce el riesgo de accidentes en el lugar de trabajo.
Los robots autónomos también pueden explorar túneles subterráneos en busca de minerales sin la necesidad de exponer a los trabajadores a entornos peligrosos. Además, pueden realizar tareas de rescate en zonas de desastre, donde la presencia humana puede ser perjudicial debido a la exposición a escombros, productos químicos o radiación.
Reducción de los riesgos para los trabajadores
Otra preocupación frecuente en la industria es la ejecución de aquellas tareas peligrosas que ponen en riesgo la integridad o la salud de los empleados. En este sentido, la robótica móvil autónoma ha demostrado ser una solución eficaz para reducir estas contingencias.
En la industria de la construcción, los robots autónomos pueden realizar tareas como demoler edificios en condiciones peligrosas o mapear construcciones deterioradas. Esto evita que los trabajadores queden expuestos a estructuras inestables y materiales peligrosos. Además, los robots pueden realizar inspecciones de seguridad en lugares de difícil acceso, identificando problemas potenciales antes de que representen un riesgo para los trabajadores. Robotnik lleva años trabajando en el proyecto europeo Bimprove, cuyo objetivo es precisamente la mejora de los procesos constructivos a través de la tecnología.
Disminución de los costes incrementando la eficiencia
Reducir el coste económico de los procesos industriales es una necesidad común a todos los fabricantes. La supervivencia y la competitividad de muchas fábricas depende de su capacidad para ello, y la robótica móvil autónoma no sólo mejora la seguridad y la calidad de las tareas, sino que también ahorra dinero a medio plazo.
La flexibilidad en la producción es otra importante ventaja relacionada con los costes, dado que los robots móviles pueden adaptarse rápidamente a diferentes tareas y entornos, lo que los convierte en máquinas versátiles y multifuncionales.
En la industria manufacturera, los robots móviles autónomos pueden funcionar 24×7 sin necesidad de descansar más allá del tiempo de carga, lo que aumenta significativamente la eficiencia de la producción, y hace que la fabricación sea más rentable y competitiva.
El sector logístico tiene uno de los mayores índices de despliegue de robots móviles autónomos, capaces de optimizar las rutas de entrega y reducir los costes de transporte. Además, la automatización en la gestión de almacenes reduce los errores humanos y minimiza las pérdidas por roturas y daños en los productos.
La evolución de la robótica móvil autónoma
Si bien la robótica móvil autónoma ha logrado avances significativos en la mejora de las 4 D, su potencial aún no se ha agotado. Los avances en inteligencia artificial, sensores y tecnología de navegación están permitiendo que los robots sean cada vez más versátiles y capaces de abordar una más amplia variedad de tareas. En la agricultura, por ejemplo, los robots autónomos están aprendiendo a identificar y eliminar selectivamente las malas hierbas, reduciendo así la necesidad de utilizar herbicidas químicos.
En resumen, los beneficios de los robots industriales van desde la mejora de la productividad y la calidad del producto, hasta la reducción de los costes laborales mejorando la seguridad en el trabajo.
La introducción de robots móviles en entornos industriales y manufactureros ofrece una serie de avances productivos significativos que se incrementarán a medida que evolucione el contexto tecnológico. Por ejemplo, al integrarse con Internet de las cosas (IoT), los robots móviles pueden conectarse a sistemas de IoT para recopilar datos en tiempo real y optimizar los procesos de producción. Esto permite una toma de decisiones más informada y una mayor eficiencia en toda la cadena de producción.
Cada vez hay más ejemplos que muestran la importancia de la colaboración hombre-robot en la que el humano aporta sus capacidades y el robot ejecuta de forma autónoma tareas aburridas, repetitivas, peligrosas o costosas. En primer lugar, estos robots aumentan la productividad al trabajar de forma continua y sin descanso, minimizando el tiempo de inactividad y maximizando la producción. Además, su precisión milimétrica garantiza una calidad constante en la fabricación y manipulación del producto, lo que da como resultado una mejora general en la calidad del producto y una disminución del desperdicio. La flexibilidad, la reducción de costes y la posibilidad de especialización son otras de las ventajas de los robots industriales.
En conclusión, la adopción de robots móviles mejora la competitividad global de las empresas. Al incrementar la eficiencia y reducir los costes de producción, las organizaciones pueden competir de manera más efectiva en un mercado global cada vez más exigente.