Este viernes es el Día del Libro, y los catalanes celebran Sant Jordi, una tradición en la que se regalan libros y rosas.
FUENTE: www.fayerwayer.com
En Barcelona, España, el Día de Sant Jordi es uno de los más especiales del año. El 23 de abril se conmemora esa fecha con regalos de libros y rosas, una preciosa tradición. Sin embargo, este año, por el coronavirus, existe una novedad: los autógrafos de escritores utilizando un brazo robótico.
Autores como la chilena Isabel Allende no viajan, debido a las restricciones sanitarias o por simple precaución. Por lo tanto, no pueden estar cerca de cientos de fanáticos de su literatura, ávidos por conocer a la escritora.
Abacus Cooperativa implementó el uso de esta tecnología. No solo Allende, sino Pierre Lemaitre y Alex Michaelides la han utilizado, entre otros literatos.
Así funciona el brazo robótico DexArm
El método es simple: los autores se comunican por videoconferencia, donde interactúan con los compradores. Acto seguido, firman desde su propio hogar, a millones de kilómetros de distancia de Barcelona, y un brazo robótico ejecuta los movimientos, escribiendo sobre el libro que será dedicado.
El brazo robótico utilizado es Rotrics DexArm, un brazo de robot multifuncional con una exactitud de repetición de 0.05 mm. La compañía Rotrics lo define de esta forma en su página web: “DexArm es el primer kit universal de brazo robótico de escritorio del mundo que se adapta a todas sus necesidades”.
“Se puede transformar fácilmente en una impresora 3D, grabador láser y mucho más. Es fácil integrarlo en su proyecto”.
También utiliza un software llamado Rotrics Studio, que cuenta con las funciones para controlar DexArm, compatible con Windows y Mac OS.
La página cuenta con una galería de las creaciones de sus compradores, y es son auténticas obras de arte en 3D, más allá del uso que le da Abacus con los autores internacionales en Sant Jordi.
Sant Jordi, una tradición que tuvo que adaptarse a la pandemia
El Sant Jordi de 2020 resultó catastrófico para las librerías españolas. Debido al coronavirus, tuvieron que permanecer cerradas, golpeando duramente a la industria.
Un año más tarde, aunque persiste la pandemia, las casas editoriales pueden abrir, aunque con restricciones. Una de estas es la presencia de los autores internacionales, por decisión personal, con el evitar contagios.
Muchos lamentan esta modernización de un vínculo tan tradicional entre el autor y el lector, pero es parte de los nuevos tiempos, de burbuja y aislamiento, de prevención.
Los comentarios a este video de El Periódico de Catalunya lamentan el hecho, reconociendo que la pandemia nos ha cambiado la vida a todos.
Aunque los autores internacionales no puedan viajar y tengan que firmar con brazo robótico, otros sí están presentes en Barcelona. “Este año sí disfrutaremos de un Sant Jordi con paradas de libros en la calle y autores y autoras firmando con todas las medidas de seguridad”, apunta Abacus Cooperativa en su página web.
