Robin es un robot concebido para empatizar con los niños y acabar con el pánico al dentista y la idea de ir a una clínica, uno de los grandes traumas de los más pequeños.

FUENTE: www.elespanol.com

AUTOR: Nacho Castañón

El mundo de la robótica ha evolucionado tanto que en la actualidad se pueden ver robots totalmente funcionales en diferentes sectores, como en la hostelería, con uno que sirve cañas en un bar de Pamplona, o en la medicina. Por ejemplo, en España hay hospitales que utilizan máquinas en 3D para cirugías más seguras. Incluso existe un robot que ayuda a las personas a superar el miedo a ir al dentista. 

Muchas personas, debido a anteriores experiencias negativas o por la situación de la Covid-19, sienten pánico al dentista y a la idea de tener que pasar por una clínica. Una sensación que les hace sentir nerviosismo antes y durante la visita. Sin embargo, ‘Robin the Robot’, una máquina desarrollada por la empresa estadounidense Expper Technologies, tiene como objetivo ayudar a esos pacientes a superar su miedo. 

«El robot se ha diseñado para aliviar el estrés y la ansiedad fomentando conexiones significativas con el paciente a través de interacciones basadas en inteligencia artificial, conversaciones empáticas y técnicas terapéuticas», explica Jorge Ferrús, implantólogo, periodoncista y cofundador de la clínica dental Ferrus & Bratos de Madrid, a OMICRONO. 

Reconoce emociones 

‘Robin’ es un robot pensando para ayudar a los pacientes, especialmente a los niños, a superar el estrés o el miedo a ir al dentista o al médico. Gacias a la inteligencia artificial, la máquina es capaz de reconocer las emociones de lo más pequeños y actuar como un amigo, ayudando así a generar un ambiente divertido y cómodo. 

Un robot para superar el miedo a ir al dentista

«El robot cuenta con un software cuyo algoritmo permite realizar un análisis en tiempo real de las emociones de un niño, dando una respuesta idónea según el momento. Una máquina que funciona como un amigo para la criatura y un asistente para el personal médico, propiciando la cooperación entre ambos al reducir el miedo y la desconfianza del niño», señala Jorge Ferrús.

Un androide que también cuenta con un diseño elegante y alargado, con una cabeza que gira en la que destaca una pantalla táctil, y una voz alegre para atraer a los niños y ganarse su confianza. De hecho, la primera tarea de ‘Robin’ es aprenderse el nombre del paciente, para de esta manera comenzar a hablar con ellos sobre películas, gustos musicales, juguetes y otros temas de conversación.

'Robin the Robot' es ideal para ayudar a los niños.

 

‘Robin the Robot’ es ideal para ayudar a los niños. Expper Technologies Omicrono

«El robot puede ser controlado por el personal médico y, mediante su interfaz, se comunica con el paciente. También tiene funciones autónomas en las que puede interactuar con un niño mediante la inteligencia artificial. Entre sus funciones, ofrece juegos interactivos en los que el niño tiene que soplar un diente de león o tocar la nariz roja que aparece en la pantalla del robot», explica el implantólogo. 

De hecho, ‘Robin’ cuenta con una variedad de funciones que van más allá de ofrecer juegos interactivos. Por ejemplo, también puede llegar a educar sobre higiene dental, siendo capaz de señalar las técnicas correctas de cepillado o de detallar los alimentos que son perjudiciales para los dientes. Incluso puede analizar y recopilar datos mientras está en uso sobre el estado de ánimo y emocional del paciente. 

Un amigo del niño

El robot supone una experiencia interactiva y una distracción para los niños mientras se encuentran en la sala de espera. Una vez dentro del gabinete, lo más seguro es que vuelvan a estar nerviosos, pero ahí «lo adecuado es que el propio especialista transmita confianza y tranquilidad», indica Jorge Ferrús.

'Robin the Robot' se convierte en amigo del niño.

 

‘Robin the Robot’ se convierte en amigo del niño. Expper Technologies Omicrono

‘Robin’ es un robot que marcará un antes y un después en el sector de la odontología, y será de gran ayuda para los más pequeños de la casa. «El robot puede ser de gran utilidad en pacientes con una larga estancia hospitalaria, pero no supone un plus durante la realización de un tratamiento. Puede ser un buen compañero del niño antes y después de entrar en la consulta, ya que están familiarizados con este tipo de tecnologías y avances digitales», concluye el implantólogo. 

Sin embargo, se espera que en la medicina como tal, y en los propios tratamientos, el futuro se determine por otro tipo de avances tecnológicos más enfocados en las pruebas diagnósticas, en la evolución de tratamientos y mejora de los materiales. En cualquier caso, este robot es un gran paso para lograr que los niños y no tan niños vayan contentos al dentista o al médico, ya que también se puede utilizar en hospitales.


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