Ahora la inteligencia artificial también da masajes a través de un robot

Empresa francesa expone en CES 2024 un robot capaz de identificar dolores musculares con el fin de brindar masajes personalizados.

AUTORA: Isabela Duran

La tecnología de los robots está empezando a usarse para ayudar a las personas a relajarse. En la feria de tecnología CES 2024, evento en el que Infobae está presente, una empresa nueva de Francia mostró un robot que puede hacer masajes.

Tiene algo parecido a un brazo o pierna que imita cómo los masajistas profesionales trabajan. Su plus es que el robot puede adaptar el masaje a cada persona, porque tiene una herramienta que crea imágenes tridimensionales del cuerpo del paciente para entender mejor sus necesidades.

En 2015, François Eyssautier, un ingeniero electrónico; Carole Eyssautier, doctora en Ciencias de la Computación en el campo de la IA y Stéphane Rollet, fisioterapeuta, fundaron Capsix Robotics, la empresa detrás del robot iYU.

De acuerdo con la empresa, el robot se define como un “un brazo robótico masajeador, con una “palma” que tiene una textura similar a la mano humana”.

Presentan en CES 2024 un robot capaz de realizar masajes adaptativos mediante imágenes 3D. (Capsix Robotics)

Además, poco necesita de intervención humana para que funcione. Basta con que la persona siga un par de instrucciones para activarlo y el robot hará el resto.

Esto sucede debido a que integra un tecnología capaz de realizar de escanear el cuerpo para identificar cuales son los puntos de tensión. Hecho esto, la palma robótica inicia el masaje.

“En todo momento, el usuario mantiene el control de su sesión. Un control remoto le permite ajustar la presión que el robot aplica, de modo que pueda aprovechar al máximo los beneficios de la solución”, explica la compañía.

El propósito de esta tecnología es ayudar a personas que tienen problemas musculares y que actualmente no reciben la atención suficiente debido a la alta demanda de los servicios médicos o por falta de accesibilidad debido a la escasez de tiempo y dinero que implica realizar terapias de este estilo.

Es una herramienta tecnológica diseñada para abordar casos de dolor muscular y estrés a gran escala. (Capsix Robotics)

Eyssautier, director de la empresa que fabrica estos robots, menciona que “el 70% de las personas sufren dolor de espalda y el 60% experimentan estrés. Es imposible abordar un problema tan masivo solo con nuestras manos, simplemente no podemos hacerlo. Pero los robots y la inteligencia artificial pueden ayudarnos a abordar este problema ante la población”.

Con esta nueva creación, sus inventores piensan que van a ayudar al área de los masajes y la fisioterapia, porque consideran que en este campo faltan profesionales para atender a todas las personas que los necesitan.

La empresa destaca varias ventajas del uso de su robot de masajes, asegurando que mejora la experiencia del usuario al eliminar ciertos inconvenientes.

En primer lugar, señalan que no hay comportamientos sexuales inapropiados por parte del robot masajeador, lo que garantiza una interacción profesional y respetuosa. Además, se mantiene una distancia física y visual, ofreciendo un entorno más cómodo y personal.

A pesar de los avances, la compañía enfatiza que iYU es un complemento y no un sustituto médico. (CapSix Robotics)

No obstante, en su página web señalan que el robot no reemplaza a un profesional médico o un especialista en bienestar. El dispositivo es “un complemento”.

Esta invención podría enfrentar varios desafíos a medida que se integre en el mercado. Uno de los retos más significativos es la aceptación por parte del público y los profesionales del ámbito de la salud.

Existe la posibilidad de que algunos pacientes y terapeutas puedan sentirse escépticos sobre si un robot puede proporcionar un servicio tan personalizado y eficaz como un ser humano.

Asimismo, la precisión y la capacidad de adaptación del robot a las necesidades individuales de los usuarios será crítica, y cualquier fallo en este aspecto podría afectar su utilidad percibida.

La seguridad es otra preocupación importante: el robot deberá demostrar que puede operar sin causar daños, especialmente cuando aplica presión en el cuerpo humano. La regulación y la certificación son aspectos cruciales. El robot tendrá que cumplir con las normativas de dispositivos médicos y de salud, pasando por estrictos procesos de prueba y aprobación.