FUENTE:aenverde.es

AUTOR:Redaccion AenVerde

El Diccionario panhispánico de dudas define robot como «máquina programable capaz de realizar trabajos antes reservados solo a las personas». 

Y es precisamente ese uno de los objetivos de la colaboración emprendida recientemente entre Syngenta Vegetable Seeds con Four Growers, Inc, en Pittsburgh, para optimizar la producción de tomate probando el robot cosechador denominado GR-100.

Según Ruud Kaagman, jefe de la Unidad de Cultivos Globales de Syngenta para tomate, «el éxito de la robotización en el futuro es la aplicación de la robótica con diferentes características de planta. Con esta colaboración, se verán variedades adaptadas a este tipo de cosecha robótica para permitir el éxito de los productores».

Uno de los objetivos es el ahorro en mano de obra. Actualmente, son manos quienes recogen y manipulan esos tomates, lo que representa, según Syngenta, una parte considerable de los costos generales de producción, hasta el 30 % del total.

El tomate en su momento óptimo

“El uso de la robótica en la agricultura nos permitirá comer productos de mayor calidad, más saludables y más asequibles”, asegura Brandon Contino, CEO de Four Growers. “A diferencia de otras máquinas que se pueden ver hoy en día que cosechan todos los cultivos (maduros o inmaduros) en una sola pasada, en Four Growers, nuestra robótica aunada con la Inteligencia Artificial no permite recolectar productos individualmente para que solo cosechemos los que están perfectamente maduros”.

Para optimizar la eficiencia de los robots, los productores necesitan una combinación de máquina «sabia» y plantas diseñadas para ellos. De ahí que Syngenta esté incluyendo la robótica en la etapa de desarrollo de su investigación, para elegir plantas que funcionen mejor con la cosecha mecánica.

Variedades fáciles de cosechar

“Syngenta está desarrollando variedades para el futuro de nuestros productores, por lo que debemos entender cómo llevarán a cabo sus operaciones dentro de cinco a 10 años”, afirma Kaagman. “Nos aseguraremos de que, cuando los productores pasen a la robotización a gran escala, tengamos variedades para ellos que les ayuden a obtener eficiencia y valor añadido a partir de la robotización”.

Si se toman como ejemplo los racimos de tomate de un tomate cherry o cóctel que nacen en las tomateras de hoy. Algunos escondidos detrás de tallos y hojas, otros en racimos apretados, etc. Estas posiciones pueden dificultar que una cosechadora robótica identifique y recoja el cultivo.

Partiendo de esa base, los investigadores de Syngenta trabajan en la selección genética para que los racimos de frutas crezcan de manera óptima para todas las futuras variedades de tomate.

Aprendizaje automático

Para la mayoría de las variedades de tomate en el mercado, puede tomar hasta ocho años de investigación y miles de puntos de datos para llegar a los  invernaderos.

En lugar de depender de la recopilación de datos humanos, la robótica y la inteligencia artificial hacen que los investigadores puedan recopilar más datos y más precisos, y también de forma más rápida. 

“Cuanto mejores sean los datos, mejor será para nosotros seleccionar la variedad correcta que queremos comercializar, explica Kaagman. “Estos robots tienen opciones que podemos usar más allá del hecho de cosechar, como cámaras y dispositivos de pesaje. Por lo tanto, está contando la cantidad, verificando el tamaño, pesando la fruta y calculando los rendimientos totales. Hay muchos puntos de datos que recopila el robot que históricamente se han tenido que recopilar con ojos humanos”.

A diferencia de los ojos humanos, los robots no se cansan ni tienen prejuicios, por lo que los datos son más precisos que nunca.

“Desde los más de 20 generadores de imágenes hasta los otros sensores que tenemos en el sistema, podemos proporcionar un nivel de datos e información que los productores (e investigadores) nunca antes habían tenido; permitiéndoles así cultivar un mejor tomate”, dice Contino. “Nuestra colaboración con Syngenta permitirá a los productores comprar semillas cultivadas internamente con el aprendizaje de la robótica y la inteligencia artificial, lo que desde el principio les da una ventaja inicial para producir el mejor producto al mejor precio para sus consumidores».


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