“Cada nuevo cobot que sale de nuestras plantas recoge el saber hacer que hemos conseguido con los 50.000 brazos robóticos anteriores” – Jordi Pelegrí de Universal Robots
FUENTE: www.revistaderobots.com
En 2005 tres jóvenes decidieron romper las barreras escritas en el sector de la automatización logrando que las personas y los robots pudiesen trabajar juntos en un mismo entorno de trabajo. Esa empresa se llamaba Universal Robots y el pasado mes de diciembre ha alcanzado la insólita cifra de 50.000 robots colaborativos vendidos en el mundo.
Cuando irrumpieron con este nuevo modelo de negocio tal vez hubiese sido una utopía pensar que Universal Robots se convertiría en parte de la historia de la automatización industrial. ¿Cuál es la seña de identidad que durante estos años les ha llevado a conquistar el sector de la robótica colaborativa?
Jordi Pelegrí: Por un lado, creo que hemos apostado de forma estratégica por el carácter colaborativo en todas nuestras áreas de negocio. Nuestra tecnología es abierta y está a disposición de terceros para que puedan desarrollar efectores finales, accesorios o software basándose en su especialización tecnológica o su conocimiento de un sector concreto de la industria. Buena muestra de ello es nuestro ecosistema UR+, en el que ingenierías de todo el mundo pueden certificar sus soluciones colaborativas basadas en cobots UR para acceder a un escaparate mundial.
Por otro lado, hemos extendido esta colaboración hacia nuestros partners integradores y distribuidores. Su saber hacer nos brinda una red de ventas en todo el territorio que hace posible alcanzar nuestro objetivo de hacer llegar la robótica colaborativa a empresas de cualquier tamaño y de cualquier lugar, y de fortalecer el tejido industrial de la región.
Un tercer pilar es el de la accesibilidad. El diseño de nuestros cobots y de su interfaz se enfoca a la facilidad de uso, para que los empleados puedan iniciarse en el manejo de robots con sencillez, y para que las empresas puedan reconfigurar sus aplicaciones de forma rápida y sin programadores externos. En Universal Robots reforzamos esta apuesta con nuestros programas formativos, entre los que destaca la academia online y gratuita UR Academy.
Finalmente, otra de nuestras señas de identidad es la calidad. Después de 15 años de actividad y de miles de cobots implicados en los procesos de fabricación, hemos adquirido un conocimiento y un bagaje que plasmamos cada día en el diseño de nuestros equipos. Cada nuevo cobot que sale de nuestras plantas recoge el saber hacer que hemos conseguido con los 50.000 brazos robóticos anteriores.
Acaban de alcanzar la histórica cifra de 50.000 unidades vendidas. A pesar de la ralentización de la economía mundial, ¿Cree que las ventas van a aumentar en los próximos años?
Es arriesgado hacer pronósticos, pero es evidente que la robótica colaborativa va al alza. El último informe mundial de la Federación Internacional de Robótica (IFR) concluyó que en 2019 las instalaciones de cobots habían aumentado un 11%, precisamente en un año discreto para la robótica tradicional. Según Loup Ventures, en 2025 los robots colaborativos podrían representar el 34% de las ventas de robots a escala internacional.
Si bien es cierto que la COVID-19 ha provocado incertidumbre en los mercados y ha postergado inversiones, también es verdad que ha acelerado la digitalización de la industria. Durante la pandemia hemos visto cómo muchos de nuestros clientes podían mantener la fabricación y la distancia de seguridad entre los empleados gracias a la automatización de una parte de la producción con brazos robóticos.
Si las grandes empresas han llevado la voz cantante en los últimos años en lo que se refiere a la automatización, la tendencia a partir de ahora será una adquisición cada vez mayor por parte de las pymes.
En la medida en que la versatilidad de los cobots pueda satisfacer aplicaciones muy concretas de este tipo compañías y que la flexibilidad también se traslade a la financiación de los robots, el crecimiento del sector seguirá siendo exponencial.
UR ha creado un ecosistema con sus socios tecnológicos que, como pudimos comprobar en WeAreCobots 2019, les permite sacar el mayor rendimiento a sus aplicaciones. ¿Por qué es tan importante este tipo de alianzas?
Nadie es especialista en todo. Nosotros nos hemos distinguido en la fabricación de brazos robóticos de alta calidad, y no nos parece creíble abarcar, además, el desarrollo de efectores finales, cuyo éxito se basa en el conocimiento de los detalles más nimios de cada industria, aplicación y producto que manipular. Por eso consideramos que la excelencia que nos exigimos y que exigimos a las aplicaciones colaborativas era más factible si nos rodeábamos de compañías expertas en los pequeños detalles.
Por supuesto, esta apuesta beneficia al consumidor final, ya que cuenta con soluciones específicas para su sector, y también incentiva el ingenio de nuestros colaboradores, que están encontrando en UR+ una lanzadera para sus proyectos más punteros.
La innovación forma parte del ADN de Universal Robots. ¿Qué podemos esperar del Hub de robótica colaborativa que han creado en Barcelona?
Lo que buscamos en Barcelona es hacer girar un círculo virtuoso a favor de la Industria 4.0, la automatización industrial y la robótica. Tratamos de conjugar recursos cualificados, talento de todo el mundo, una efervescente actividad empresarial y buenas infraestructuras.
El hub de Barcelona se ha convertido en una importante plataforma para estar más cerca de nuestros clientes y sus necesidades en el sur de Europa. En la sede llevamos a cabo desde formaciones hasta encuentros con clientes, desarrolladores, distribuidores y fabricantes para generar sinergias e innovar con nuestras soluciones.
También es importante señalar que compartimos el hub con MiR (Mobile Industrial Robots): somos dos compañías disruptivas en robótica colaborativa, ambas nacidas en Dinamarca.
Muchas de las pymes que incorporarán sus robots en los próximos años aún no han oído hablar de lo que es un cobot. ¿Qué les diría para que den el primer paso?
Un cobot es un robot colaborativo. Como su nombre indica, está certificado para trabajar de forma segura cerca de empleados humanos sin vallas de seguridad. Eso hace que puedan desempeñar sus funciones en espacios reducidos y que su instalación sea más económica que con la robótica tradicional. Otras características de los cobots es que son fáciles de utilizar y versátiles. En pocos minutos se pueden poner en marcha, reconfigurar e incluso desplazar. Por lo tanto, se adaptan a las necesidades cambiantes de la producción y a las series cortas. Con un solo equipo, se pueden llevar a cabo tareas distintas y aumentar la productividad y la competitividad de una compañía.
Con los cobots pueden automatizarse todo tipo de procesos repetitivos: encajado, paletizado, pick and place, inspección de calidad, pipeteado, alimentación de máquina, pulido, soldadura… Todo ello convierte a los robots colaborativos en una tecnología que beneficia especialmente a las pymes.
¿Qué importancia tiene desarrollar softwares que faciliten las programaciones a sus clientes y qué ha hecho UR en los últimos años para mejorarlas?
Los softwares de los cobots UR se centran sobre todo en la programación y la simulación. En la esencia de los cobots está que su utilización sea sencilla y accesible para operarios sin conocimientos en programación. De hecho, podríamos decir que los cobots ya están programados en la puesta en marcha y lo que pueden hacer los empleados que supervisan el equipo es configurarlos y reconfigurarlos de forma fácil a través de menús en el teach pendant del robot, en función de las necesidades de producción. El software es parte fundamental en una aplicación colaborativa y debe permitir al cliente decirle al cobot lo que debe hacer en la cadena de producción de la manera más sencilla posible.