El desarrollo de robots humanoides está avanzando a gran velocidad.  Ya en países como Corea del Sur y Japón están integrando androides con un extraordinario parecido al humano en diversas instancias sociales y de servicio ¿Hasta dónde podremos llegar?

FUENTE: IGUANAROBOT

AUTORA: CATALINA HERNÁNDEZ. Colaboradora periodistica en IGUANAROBOT

Durante años las películas de ciencia ficción han presentado androides de figuras amenazantes para la sensibilidad de los seres humanos. Contradictoriamente, los robots con características humanoides han sido desarrollados, en su mayoría, con el objetivo de ayudar y colaborar con las personas, ya sea facilitándoles la vida en trabajos cotidianos en el plano doméstico o en centros comerciales, hospitalarios y otros, ya que, mediante el uso de tecnologías complementarias como la inteligencia artificial, sensores y visión computacional, les permite reconocer rostros, asimilar emociones y entablar conversaciones que faciliten interactuar fluidamente con los humanos.

El año 2015 la compañía, de origen estadounidense, Hanson Robotics desarrolló a Sophia, la robot más avanzada en esta materia. Cuenta con un sistema de inteligencia artificial muy sofisticado, que le permite procesar y analizar datos visuales, conversaciones y el comportamiento de quien interactúe con ella. Tal es su parecido al ser humano, y el impacto que ha causado, que el Estado Saudí le otorgó la ciudadanía de ese país ¡Tal y como lo lee!

En una reciente entrevista, David Hanson, CEO de la empresa declaró, “La meta es darle vida a las máquinas de una manera que beneficie a la humanidad, a la vez que contribuye a la mejora del hombre. Crearemos robots capaces de ser superinteligentes y benevolentes para que el planeta sea mucho mejor[1]

Pero Hanson Robotics no está sola en este desafío tecnológico. Existen diferentes empresas alrededor del mundo que se dedican a desarrollar robots de este tipo. Algunos dejan de lado la estética humanoide avanzado hacia el desarrollo de funciones de comportamiento mediante el Machine Learning, tecnología que permite que las máquinas sean programadas para aprender de forma autónoma, gracias a la inteligencia computacional.

Engineered Arts, empresa con sede central en Inglaterra, destaca por sus avances en la industria robótica de entretenimiento. Su objetivo se centra en la construcción de robots humanoides y semi humanoides que al igual que Sophia, poseen mecanismos de movimiento y habilidades sociales avanzadas. En la actualidad, su línea de androides hiperrealistas llamada Mesmer, ha asombrado al mundo por la alta calidad en diseño y su compatibilidad con la articulación de movimientos, tanto faciales como corporales. 

En Rusia, por su parte, se encuentra la reconocida empresa Promobot, cuyos androides personalizados permiten crear clones de personas, a quienes adquieren este tipo de máquinas. Robo-C , el modelo más hiperrealista de la compañía, cuenta con la habilidad de imitar más de 600 movimientos y gestos humanos. Además, poseen un panel que mediante inteligencia artificial le permite reconocer y recordar rostros, manejar sistemas de hogares inteligentes, escanear documentos y conectarse con otros dispositivos como teléfonos móviles.

Pese a todos estos avance,  aun hay opiniones que advierten un futuro mucho más sorprendente. Tal es la visión del experto en inteligencia artificial,  David Levy, quien ha llegado a señalar “La inteligencia artificial progresa cada vez más rápido. Mucho más rápido que hace 20 años. Y progresará todavía más rápido en el futuro. En apenas 30 o 40 años los ordenadores serán mucho más poderosos y los científicos podrán crear robots muy similares a las personas. Programas con emociones artificiales que se asemejen a las de los seres humanos. No hay nada que nosotros podamos hacer que un robot no pueda hacer dentro de 30 años”. y replica “Fíjese usted en esta mujer [abre un libro de robótica y aparece una hermosa presentadora]. Lo que usted ve es un robot japonés. Es una réplica exacta de una periodista de la televisión nipona. Sus creadores reconocen que la perfección de la réplica es relativa y cifran en 10 segundos el tiempo que una persona tarda en darse cuenta de que no es una persona sino un robot. Pues bien, los mismos expertos dicen que dentro de unos años ese tiempo de reacción habrá crecido hasta los 10 minutos. Y poco a poco, cada vez más hasta que las diferencias sean imperceptibles«, afirmó el autor del controversial libro, ‘Love and Sex with Robots’.


[1] Vanguardia.com.


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