El robot funciona como una extensión del trabajador, pudiendo realizar movimientos precisos y con muchísima fuerza para levantar estructuras.
FUENTE: urbantecno.com
AUTOR: Mario Seijas
Cada día se implementan nuevas mejoras tecnológicas que cambian por completo las formas en las que trabajamos. Integrar a la tecnología en nuestro entorno laboral no es nada nuevo, y en la mayoría de los casos ha conseguido automatizar procesos y hecho la vida más fácil a millones de trabajadores. Un buen ejemplo es este curioso robot diseñado por una empresa japonesa para llevar a cabo reparaciones ferroviarias. Seguramente te suene, ya que es la viva imagen de Wall-E salvo por una diferencia: parece que se ha puesto serio con el gimnasio.
Este robot, diseñado por la empresa japonesa JR West, apuesta por una forma humanoide para facilitar los procesos de reparaciones en vías de tren. La estructura del robot se coloca al final de un brazo elevador, de manera que el operador pueda manipularlo cómodamente desde la cabina. Está pensado de esta manera para que sea una extensión del trabajador, ofreciéndole la libertad de movimiento que proporcionan las extremidades humanas, solo con mucha más potencia y sorprendente precisión.
Un robot que permite operar con precisión y sin peligro de descargas eléctricas
El trabajador opera desde la base, teniendo control sobre el brazo elevador y las extremidades del robot. Con un sistema de joysticks puede mover los brazos con naturalidad, y agarrar objetos para colocarlos con precisión donde corresponda.
El operario tiene en todo momento un control visual de lo que sucede gracias a la monitorización en tiempo real de una gafas parecidas a las de realidad virtual. Con todo este equipo, el trabajador puede llevar a cabo reparaciones en las vías del tren sin necesidad de utilizar escaleras y poner en riesgo su seguridad ante descargas eléctricas.
De hecho, ese es el principal objetivo por el cual JR West quiere seguir utilizando este robot. En vías de tren urbano se suceden un gran número de accidentes al realizar reparaciones, mayormente causados por descargas eléctricas. Con este robot, el operario está en un entorno seguro y puede manipular cables y tomas de corriente sin riesgo alguno de peligro.
De momento el sistema no es más que un prototipo, pero la compañía nipona lo ha probado lo suficiente como para sacar conclusiones. JR West cree que gracias a esta tecnología podrían evitarse miles de accidentes relacionados con el trabajo, y que a su vez supondría un aumento enorme en la productividad. Una operación que requeriría la coordinación de dos o más trabajadores puede hacerse cómodamente por una sola persona operando el robot.
El entorno ferroviario ha sido donde este prototipo ha dado sus primeros pasos, pero es imposible no ver el potencial que tiene en sectores como la construcción, por ejemplo. Asumir los gastos para construir el sistema no está al alcance de muchos, pero desde luego es otro ejemplo más de cómo la robótica puede ayudarnos a desempeñar nuestro trabajo. Si este tipo de robots nos van a dejar en el paro o no… eso ya es otra historia.