La ética sirve de pilar fundamental en el diseño de los sistemas de IA y robots, desde su aplicación en los detalles de ingeniería hasta la fase de implantación para su uso.
FUENTE:ellibero.cl
AUTOR:Alvaro Pezoa
El éxito reciente de la IA y la robótica ha incrementado masivamente el conocimiento y el interés por estas materias, vistas actualmente como factor de competitividad económica; tal preocupación ha alcanzado no sólo al ámbito empresarial, sino también a las esferas gubernamentales.
Existen abundantes propuestas sobre el potencial que poseen la IA y la robótica para crear nuevos servicios y generar innovación de productos. Como resultado de esas “promesas”, es posible encontrar un sinnúmero de estrategias y escritos sobre políticas públicas -regionales, nacionales y supranacionales- que propugnan maximizar los beneficios que la IA y la robótica puedan brindar a los ciudadanos.
Sin desmedro alguno de lo mencionado, pareciera que en muchos países la discusión pública en este campo se halla cada vez más enfocada en los daños potenciales que estas tecnologías pueden inducir en frentes tan variopintos como el mercado laboral, la autonomía individual, la privacidad y, más en general, sobre el futuro mismo de la sociedad. Las predicciones acerca del impacto de la IA y la robótica, a menudo pesimistas, han sido exitosas en términos de su influencia en el público amplio. Por esta razón, resulta poco sorpresivo que los diseñadores de políticas alrededor del mundo estén incluyendo en sus consideraciones y debates referencias a los perjuicios potenciales que ellas podrían originar.
Concretamente, la pregunta en relación con qué debería ser considerado correcto o incorrecto en el proceso de desarrollo y despliegue de la IA y la robótica ha devenido pieza central en numerosos documentos sobre políticas. Al respecto, cabe señalar que la mayoría de los países sólo muy recientemente han comenzado a investigar o plantear cuestiones regulatorias para estas tecnologías; a tal punto, que la propia industria involucrada ha demandado la formulación de reglas claras que faciliten el rápido desarrollo de la innovación basado en ellas.
Como consecuencia, la ética ha llegado a ser crucial en los diversos niveles donde se da la discusión sobre eventuales políticas para el rubro. De hecho, ella es, hoy por hoy, una compañera inevitable en instancias muy distintas; por ejemplo, tanto para los estudiantes que están aprendiendo a construir los sistemas tecnológicos correspondientes, como para las diferentes naciones que deben evaluar los impactos que tendrán estas tecnologías en la vida cotidiana de la ciudadanía. Pero, aún más relevante, es que la ética sirve de pilar fundamental en el diseño de los sistemas de IA y robots, desde su aplicación en los detalles de ingeniería hasta la fase de implantación para su uso. La ética en la IA y la robótica alcanza, por lo tanto, un espectro de influencia todavía más amplio, concerniendo incluso a profundas deliberaciones filosóficas respecto a la sociedad en cual nos gustaría vivir en los tiempos por venir.
