Nido Robotics es una ‘startup’ española que desarrolla y fabrica drones submarinos para trabajos de inspección, labores de mantenimiento o investigación
FUENTE: www.elconfidencial.com
AUTOR: Tomás Muñoz M.
Que la robótica es una de las próximas revoluciones no es algo nuevo. Los ciudadanos llevamos años escuchando que existe un cóctel de nuevas tecnologías —inteligencia artificial, ‘big data’, conexión 5G— que desembocará en un salto sin precedentes para el progreso humano. Y, de hecho, más allá de los populares androides con aspecto humano tipo Mindar, Sophia o Asimo conocidos por el gran público, lo cierto es que los robots cotidianos ya se han hecho un hueco entre nosotros. Desde el control domótico de una casa, hasta el famoso Roomba, pasando por cualquier modelo de dron aéreo, las máquinas ya tienen su espacio en la tierra y el aire. Su próximo gran reto es dominar también los océanos.
Uno de los artífices de esta conquista robótica del líquido elemento es Roy Torgersen, un emprendedor afincado en Murcia que, con poco más de cuarenta años, ya ha lanzado tres empresas. En la actualidad, este Capitán de la Marina Mercante centra su actividad en Nido Robotics, compañía encargada del desarrollo y fabricación de drones acuáticos que surgió, precisamente, de su pasión por la exploración submarina. “Hace años, en mi tiempo libre, participaba en expediciones por lugares tan remotos como Papúa Nueva Guinea en busca de aviones hundidos en la II Guerra Mundial. Algunos de los trabajos que se debían desarrollar para acceder a ellos eran peligrosos para los buceadores y los comentarios que se repetían en cada inmersión siempre giraban en torno a cómo eliminar las labores con mayor riesgo”, recuerda.
En base a ese planteamiento, investigó las opciones que le ofrecía este sector y comenzó a colaborar con una ‘startup’ norteamericana formada por unos jóvenes entusiastas: “Aquellos chicos iniciaron su proyecto para cumplir un sueño, querían encontrar un tesoro sumergido. Pese a que nunca lo rescataron, sí consiguieron lanzar un kit para montar una máquina subacuática a precio ‘low cost’”. Durante un tiempo, Roy Torgersen representó a la empresa vendiendo su producto en España, hasta que comprendió que sus clientes demandaban un aparato más funcional y que tuviera un enfoque más profesional y menos lúdico. Así nació Nido Robotics.
El primer ‘ROV’ sumergible (acrónimo del inglés Remote Operated Vehicle) íntegramente español salió al mercado en 2018 con el nombre de Sibiu Nano, tras una campaña de ‘crowdfunding’ con una excelente acogida. Poco después, la firma murciana lanzó un segundo robot con mayor capacidad denominado Sibiu Pro. “La principal diferencia radica en su capacidad para incorporar dispositivos y utensilios”, aclara Torgersen. “Su funcionamiento es sencillo, ya que el control se realiza desde un mando tipo videoconsola y los datos llegan a su destino bajo el agua a través de un cable. El dron se mueve con baterías eléctricas e incorpora diferentes sistemas en función de la industria a la que se destine”. El CEO y fundador de la compañía destaca que “ambos ‘sibius’ tienen una cámara que emite en alta definición en tiempo real, aunque el Nano desciende a una profundidad menor y tiene el cable más corto que el segundo, si bien estamos trabajando para que próximamente los cables tengan varios kilómetros de longitud”.
“Pueden servir para examinar una tubería, recoger muestras de posidonia, reconocer el estado de un depósito de agua potable o reparar algún elemento de una presa”
A pesar de que actualmente se está ultimando una nueva versión del Sibiu Nano que saldrá a la luz próximamente y acortará las diferencias entre ambos modelos, Roy Torgersen explica que “la versión Pro tiene, en términos generales, una mayor capacidad”. Subraya que ambos ‘ROVs’ son configurables, lo que los convierte en “la navaja suiza de los robots subacuáticos”. Al igual que sucede con la multiusos helvética, los drones de Nido Robotics pueden llevar incorporadas diferentes herramientas, que van desde un sistema de limpieza de chorro a presión, hasta potentes luces led, pasando por un mecanismo de recogida de muestras submarinas o la incorporación de un sonar. “Ninguno de sus componentes es perjudicial para el entorno, son fáciles de operar, no requieren formación específica y, además, a diferencia de los drones aéreos, no existe legislación general que limite su uso”, señala.
Principalmente, las aplicaciones y usos que tienen los ‘sibius’ son “búsqueda y rescate, investigación, acuicultura, conservación de puertos, educación, buceo profesional, exploración o mantenimiento de centrales térmicas”. Para el CEO las funciones desempeñadas pueden ser casi infinitas, tales como “inspección de la pared de un muelle o revisión del anclaje de una piscifactoría, pero también pueden servir para examinar una tubería, recoger muestras de posidonia, reconocer el estado de un depósito de agua potable o reparar algún elemento de una presa”.
“Queremos ser el Tesla de los aparatos submarinos y para ello no hace falta estar en Silicon Valley”
El año 2018 supuso un punto de inflexión. “Fue la primera vez que se interesó por nosotros una gran empresa. En este caso, fue una gran eléctrica quien requirió nuestros servicios y, al principio, no sabíamos en qué podíamos ayudarles”. El emprendedor matiza que esta empresa necesitaba inspecciones regulares de los elementos submarinos de sus plantas de costa. “Antes, estas revisiones las llevaban a cabo buzos profesionales, sin embargo, para evitar riesgos innecesarios decidieron trabajar con nuestros ‘ROVs’”, confirma.
De cara al futuro, Roy Torgersen asegura que continuarán “invirtiendo en I+D” porque su destino es “la automatización total de los robots, para que la intervención humana sea mínima”. Como ejemplo, especifica que ahora están “investigando en sistemas que se puedan instalar de forma permanente en un lugar concreto y sean manejables a través de internet desde cualquier parte del mundo”. Tiene claro que el objetivo a largo plazo es “hacer de Nido un gigante de la robótica, ampliando progresivamente los servicios prestados y las tecnologías incluidas”. Y sentencia: “Queremos ser el Tesla de los aparatos submarinos y para ello no hace falta estar en Silicon Valley, se puede llevar a cabo desde Murcia con las ganas y el equipo adecuado”.
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