FUENTE: www.gdempresa.com

Ha pasado mucho tiempo desde que la película ‘Yo, robot’ dejara su huella en el celuloide como otro de los grandes vaticinios pesimistas de lo que supondría dar demasiado poder o protagonismo a los humanoides.

Sin entrar en el debate racional ni en comparaciones fílmicas, lo que está claro es que ni estamos tan evolucionados como en la película ni los robots que nos acompañan tienen pinta de querer dominarnos.

Lo que sí que es ya una realidad es la determinación de muchas empresas, cada vez más pujantes, por incorporarlos a sus plantillas como colaboradores con el fin de facilitar el trabajo de sus empleados.

Automatización de procesos

Una apuesta por parte de las compañías que no es nueva, aunque su implementación este siendo cada vez más progresiva. Y es que, en los últimos años, con el desarrollo de la industria 4.0, la productividad de las pequeñas y medianas empresas también ha ido aumentado.

La capacidad de los bots por automatizar procesos se une también a su máxima, en muchos sentidos, por fomentar la inclusividad de personas con discapacidad. Es el caso de la compañía Alares, que desde este año ha fichado a Lar, un bot como nuevo miembro para su equipo del Centro Especial de Empleo, donde el 90% de los trabajadores tiene algún tipo de discapacidad física, psíquica o sensorial.

Entre las principales funciones de este tipo de robots están las de contestar preguntas, hacer recordatorios, pedir ayudas, control remoto y hacer seguimientos. También sirven para acompañar a los empleados o cargar con pesos ligeros.

Algo similar a lo que ha implantado PAL Robotics con la creación de su propio robot social, un humanoide capaz de actuar como recepcionista dando la bienvenida y guiando a los visitantes o trasladando la información de forma interactiva.

Una funcionalidad que puede ser muy provechosa en hospitales y centros de salud como residencias de ancianos. También el sector bancario se está empezando a interesar por esta opción, precisamente para el apoyo a las personas mayores y acabar con la brecha generacional.

Robótica colaborativa

Así como analizábamos los beneficios que aporta la Inteligencia Artificial (IA) a las empresas con la relación directa que esta tecnología ofrece en las continuas innovaciones desarrolladas en el mismo campo, la incorporación de robots va por la misma línea.

La mejora de la relación entre humanos y los cobots, o robots colaborativos que trabajan de forma segura con humanos, está posibilitando la adapatación en diversas tareas y procesos. A diferencia de los robots industriales, estos están diseñados para interactuar con humanos en un espacio común y productivo.

Los robots colaborativos están creados para realizar cualquier tipo de trabajo manual o repetitivo, así como tareas que supongan un riesgo para los trabajadores, como la manipulación de materiales peligrosos, lo que reduce el riesgo de tener un accidente laboral.

Según destaca el último ranking de IMD, España está entre las diez mejores economías cuando se habla de ámbitos como el uso de robots en educación o también en la productividad por publicación.

La clave para entender que los robots están llamados a convivir con nosotros define uno de los objetivos de la Industria 4.0. Esto es que, en lugar de reemplazar a los humanos con partes autónomas, los bots vienen a mejorar nuestras capacidades y poder centrarnos en crear más valor para la organización.


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