El ministro de Defensa del país, Serguéi Shoigú, avanzó en abril que la nación planeaba ampliar su arsenal de complejos robóticos destinados al uso militar

FUENTE: chile.as.com

Serguéi Shoigú, ministro de Defensa de Rusia, dio a conocer el pasado viernes que el país empezó a producir en serie unos robots de combate basados en un sistema de inteligencia artificial: «Ya comenzó la producción en serie de robots de combate, pero no son modelos experimentales, sino robots que incluso pueden exhibirse en películas de ciencia ficción, capaces de actuar de forma autónoma».

Ya el pasado mes de abril, el titular de Defensa señaló que la nación planeaba ampliar su arsenal de complejos robóticos destinados al uso militar. En ese sentido, se refirió a robots pesados, de medición de radiación y de contaminación química, entre otros.

Equipos ya incorporados

Así, el grupo Kalashnikov está creando uno que tendrá como tareas fundamentales la custodia de territorios y el reconocimiento. Por otra parte, el conglomerado ruso Uralvagonzavod construye sistemas robotizados en base al tanque T-72B3. Uno de ellos representa un vehículo de combate no tripulado con armas pesadas, mientras que otro posee cañones automáticos. 

Uno de los robots que ya están incorporados al Ejército de Rusia es Urán-9. Se trata de una máquina destinada a misiones de reconocimiento y destrucción de vehículos blindados rivales. Entre sus características, destaca su equipamiento con cohetes antitanques, un cañón automático de 30 milímetros, una ametralladora de 7,62 milímetros o un lanzallamas. 

Munición convencional y nuclear

Otro de los artefactos destacados es el robot submarino Poseidón, que tiene propulsión nuclear. Tal y como explicó en 2018 el presidente ruso, Vladimir Putin, este tipo de máquinas pueden portar munición convencional y nuclear. Así, servirían para atacar a una amplia variedad de rivales, como fortificaciones costeras, portaviones con buques de escolta u obras de infraestructura.

También una bomba ‘invisible’

Este año, las Fuerzas Armadas de Rusia incorporarán una gran novedad: las primeras unidades de la bomba planeadora PBK-500U Drel. Es un artefacto invisible para los radares y que destaca por incorporar 15 submuniciones autoguiadas equipadas cada una con un paracaídas.

Según confirmó Yuri Borísov, viceprimer ministro ruso, las pruebas realizadas «han confirmado la eficacia de combate» de esta arma. Así, las adquisiciones de la misma por el Estado están programadas para el año en curso y para 2022-2023.


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