Se trata de Moflin, una mascota robótica para combatir la soledad de las personas en Japón.
FUENTE:latribuna.cl
La compañía Casio ha desarrollado a Moflin, una innovadora mascota impulsada por inteligencia artificial diseñada para apoyar el bienestar emocional de las personas, especialmente quienes viven solos y buscan hogares impulsados tecnológicamente.
Este robot, con apariencia de un pequeño animal de pelaje suave, se ha posicionado como una solución potencial a los problemas de salud mental que afectan a Japón, en un contexto marcado por el envejecimiento poblacional y los bajos índices de natalidad.
Moflin no es solo un juguete tecnológico, sino un acompañante emocional. Su diseño permite que sea sostenido, abrazado y hablado, replicando la experiencia de interactuar con una mascota real.
Sin embargo, lo que lo hace único es su capacidad de «aprender» y desarrollar un vínculo emocional con sus dueños, gracias a un avanzado sistema de inteligencia artificial.
El proceso de aprendizaje de Moflin incluye etapas claras de evolución emocional:
Inicio: Al ser activada, la mascota apenas emite sonidos y busca ser abrazada.
A los 25 días: Comienza a reconocer a sus dueños y responder a sus emociones.
A los 50 días: Moflin es capaz de expresar emociones complejas, como felicidad, tristeza o molestia, lo que refuerza su capacidad de interactuar como un ser vivo.
Incluso, el robot puede «reclamar» atención si siente que su dueño no le dedica suficiente tiempo, un detalle que refuerza su rol como compañía en hogares donde tener una mascota tradicional no es viable.
Un enfoque tecnológico con propósito social
Casio desarrolló Moflin pensando en la realidad de muchas personas en Japón, donde el envejecimiento y la soledad son problemas crecientes. Al ser una alternativa a perros y gatos, esta mascota robótica ofrece compañía sin los desafíos que implica el cuidado de un animal real.
La mascota, que tiene un precio aproximado de 400.000 pesos chilenos, está actualmente destinada al mercado japonés, pero su éxito podría abrirle las puertas a otros mercados internacionales.
Aunque su diseño fue pensado principalmente para el público asiático, Moflin tiene potencial en regiones como Europa, según la propia compañía. «Un bichito peludo tan abrazable, que emite unos sonidos tan agradables y que reacciona a tus emociones, es sin lugar a dudas un objeto de deseo», señalaron desde Casio, destacando que el enfoque en otros mercados podría adaptarse para satisfacer necesidades culturales específicas.