FUENTE: https://www.mundodeportivo.com

AUTOR: http://mundodeportivo.com/urbantecno/author/roberto-cantero

La mayoría de nosotros no somos capaces de controlar nuestro cuerpo como lo hace esta maravilla de la robótica.

Quizás ya los robots de la compañía norteamericana no te sorprendan demasiado. No es tu culpa. El mundo del cine nos ha presentando decenas de robots a lo largo de los años y parece que ya nos hemos acostumbrado a su presencia. Sin embargo, la ciencia e ingeniería que se esconden detrás de estos robots es realmente alucinante y más si podemos ver los avances que se han producido en robots como Atlas.

Atlas hace parkour en las ficticias obras de Boston Dynamics

Tal y como puedes ver en el vídeo que te mostramos bajo estas líneas, un obrero de la construcción parece estar en apuros para acabar sus tareas, por lo que decide echar mano de uno de los robots de Boston Dynamics. Para poder recuperar sus herramientas no es necesario que se quite los elementos de seguridad que le sujetan al andamio y que baje a por ellas. Simplemente tiene que invocar a Atlas y este se encargará de hacerle llegar la bolsa de herramientas hasta su posición.

 

El robot, desde el instante en que es requerido, realiza acciones a cada cuál más compleja. En primer lugar, dado que tiene que llegar hasta el andamio desde unas escaleras, visualiza el entorno para encontrar una tabla de madera que le permita acceder a la obra. Tanto los movimientos de agarre del material como su salto con giro al mismo tiempo son increíblemente similares al de los humanos. Recoger la bolsa del suelo y recorrer los escalones a buen ritmo, mientras pasa por la improvisada pasarela, es pan comido para Atlas.

Pasar por los distintos niveles del andamio y acabar lanzando la bolsa al lugar donde se encuentra el trabajo no parece tarea complicada para el robot. Finalmente, para presumir de habilidades, éste es capaz de mover una gran caja de madera, tirándola al suelo, para que el salto desde el andamio no sea demasiado grande. Eso sí, el movimiento final con el que regresa a tierra firme es digno de cualquier competidor de parkour, dado que no sólo salta sino que gira en el aire como si del primer gimnasta cibernético se tratase. Ojalá un robot así en casa para sacar a pasear al perro, colocar los muebles de IKEA o limpiar los cristales de la ventana. Tiempo al tiempo.


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