La planta de Pixart, ubicada en el Parque Industrial Escobar, cuenta con tecnología 4.0. La construcción de la fábrica tech, con asesoramiento y hardware de Intel, implicó una inversión de más de 8 millones de dólares. Cuenta con sistemas de ensamblado capaces de colocar unos 800 mil componentes por hora.
FUENTE:Clarín
A menos de 50 kilómetros de la Capital Federal, en el partido de Escobar -en el nordeste de la provincia de Buenos Aires- se acaba de inaugurar una fábrica en donde los robots y la inteligencia artificial brillan bajo un cielo tecnológico.
La firma argentina Pixart, con un esquema de desarrollo automatizado y sustentable, se dedica a la producción de chips, sensores y soluciones de hardware a la carta, tanto para abastecer el mercado interno como para exportación.
“El 90% del proceso de producción está automatizado y lo supervisan unos 10 ingenieros. La línea de montaje consta de 36 robots que colocan tornillos, ajustan las partes y realizan una inspección óptica mediante las cámaras RealSense de Intel’’, le explica a los visitantes Gabriel Marcelo Ortiz, fundador y CEO de Pixart.
La construcción de la fábrica tech, con asesoramiento y hardware de Intel, implicó una inversión de más de 8 millones de dólares. Durante la apertura oficial, se destacó que su sistema de producción es como una rara avis dentro de Latinoamérica.
“En el año 2019 iniciamos la construcción de un sueño, una planta con tecnología de punta. Hoy nuestro objetivo es acompañar a las escuelas para que más jóvenes sigan carreras STEM, para recuperar 20 años de atraso en la industria electrónica”, señala Ortiz.
Esta smart factory cuenta con varios cobots (robots colaboradores) que registran el progreso de las máquinas. Hay sistemas de ensamblado capaces de colocar unos 800 mil componentes por hora.
“El de Pixart es un claro ejemplo de que la transformación digital se encuentra en todos lados. En este caso, en la industria que ahora podemos llamar 4.0”, apuntó Adrián de Grazia, country lead & Americas digital director de Intel
La línea de montaje es programada para lograr y asegurar que todos los productos electrónicos sean idénticos dentro del mismo lote. Se pueden forjar desde placas bases, agregar circuitos integrados e incorporar discos SSD o cualquier otra pieza.
“En nuestras instalaciones, contamos con líneas para montaje en superficie y de inserción automática de componentes electrónicos. Así acoplamos las tarjetas madre que usaremos para la confección de nuestras computadoras móviles, de escritorio y de otros factores de forma”, explica el ingeniero a cargo.
Mediante un panel de control se detectan cuellos de botella, se pueden equilibrar las cargas de trabajo y reducir los tiempos de suministro. Además, hacer un análisis estadístico del proceso para un mantenimiento preventivo y predictivo de los equipos.
“Está no es mi primera fábrica, en las anteriores, llegué a tener hasta 30 operarios y era un dolor de cabeza. Ahora, tengo programadores remotos que optimizan la producción con sus algoritmos y los ingenieros de la planta, resuelven cuestiones técnicas o desperfectos mecánicos”, advierte Ortiz.
En este proceso de innovación tecnológica, la empresa contó con el apoyo de programas de financiamiento del Ministerio de Economía de la Nación. El ministro de Economía, Sergio Massa, calificó al sector como “uno de los tres pilares de las exportaciones de Argentina”.
“Las máquinas no vienen a sacarle el trabajo a nadie sino a ofrecer una mayor eficiencia en la producción. Si vos programas al robot para que coloque cuatro tornillos nunca te cuestiona. En cambio, un empleado, para ahorrar tiempo, consideran que con tres es suficiente. Y eso afecta a la calidad del producto”, remarca Ortiz.
Uno de los problemas más acuciantes de la industria del software es conseguir personal especializado. Sin embargo, Pixart, a pesar de quedar lejos de los centros urbanos, no tiene ningún inconveniente con este obstáculo.
“Además de pagar buenos sueldos, la clave es brindar un ambiente laboral donde la gente se sienta cómoda y forme parte de un grupo en donde todos puedan aprender algo nuevo. Y si alguien decide irse, se va con una experiencia única en el campo tecnológico”, explica Ortiz.
En cuanto a la producción sostenible, en el techo hay una instalación de 240 Kva, con paneles solares para obtener independencia energética. Esto le permite vender el excedente los fines de semana para tener una fuente de ingresos extra.
“La energía es un recurso limitado. Por lo tanto, lograr la independencia de la red eléctrica te garantiza un suministro constante para abastecer tus equipos. Esto lo conseguimos mediante 500 paneles solares y un sistema de alta eficiencia que almacena el excedente para utilizarlo durante las noches. Además, tenemos generadores propios en caso de algún desperfecto”, indica Ortiz.
Un plan ambicioso
Además de la producción de chips, la firma Pixart actualmente fabrica las icónicas Chromebook de Google y llevó a cabo el desarrollo de equipos para el plan “Conectar Igualdad” del Gobierno nacional.
Mediante una inyección de inteligencia artificial, se especializa en la creación de robots de servicio, para ayudar a personas no videntes o mayores de edad como una guía en sanatorios o aeropuertos.
En un futuro, el objetivo es desplegar robots con una mayor dinámica, que puedan asistir a las personas en tareas que impliquen un esfuerzo físico o en tareas muy repetitivas.
“Teníamos muchos ofrecimientos para estar en capital, con beneficios impositivos, pero cuando elegimos esta Plaza Industrial fue porque generaba poco impacto en la huella de carbono al utilizar energía solar, ya que se amoldaba a lo que nosotros queríamos hacer, a nuestro proyecto”, explicó el CEO.